De Fachadas Floridas

Nora Guerrero

El profesor Rafael Martínez Morales y su esposa Rosita, fueron asiduos participantes del Concurso de “Fachadas y balcones floridos de Xalapa” que realizamos durante 6 años en esta década ya próxima a culminar. También han sido asiduos sujetos a mis entrevistas, precisamente por su rica experiencia de cultivar naturaleza y belleza en sus enriquecidos jardines. Asimismo, el profesor Rafael ha enriquecido varias veces este espacio que da testimonio del quehacer planteril de los xalapeños, de los que llegamos para quedarnos y de los vecinos de la región.

         Aquí le he reproducido fragmentos de los cuatro libros anteriores sus estupendas narraciones, tan descriptivas que parecen trasladarnos al bellísimo Ixhuacán. Historias de la vida diaria, de las costumbres y los personajes, de eventos trascendentes y de los cotidianos; de los productos de la tierra, la vegetación y las flores. Bucólicos y nostálgicos. El maestro ha escrito 5 libros: 1º Mis recuerdos; 2º Mis Recuerdos, Segunda Parte; 3º Tercera Colección de Recuerdos y un poco de historia; 4º Otros relatos y 5º Vivencias -publicado recientemente. El sexto, está cocinándose…Hoy le comparto un capítulo de Vivencias: “Día del Medio Ambiente (cinco de junio)”.

         “Recuerdo que fue en la década de los cuarenta cuando llegaron a Ixhuacán los agroquímicos (abonos químicos); antes de esas fechas se usaba el estiércol de ganado para fertilizar los cultivos. Posteriormente llegaron polvos y líquidos para combatir las plagas, entre ellos,el aldrín, del cual se supo más tarde que es producto cancerígeno. Se han usado herbicidas y fungicidas que contaminan y transforman los suelos y, en consecuencia, ponen en riesgo nuestra salud (ténganse en cuenta ciertas precauciones para evitar el contacto directo y aspiración de esas sustancias tóxicas).

         Hace muchos años no había detergentes en Ixhuacán, para lavar la ropa y para otras necesidades de aseo, sólo se usaba el jabón amarillo. El uso de los detergentes ha acabado con ciertos animales que antes vivían en el agua de nuestros ríos, principalmente con las ranas. (Cuando era yo niño, veía insectos parecidos a las arañas que, agrupados, se movían rápidamente de un lugar a otro sobre la superficie del agua en los remansos de los ríos; mi padre me decía que se llamaban “marineros”; también ellos desaparecieron).

         Atención especial merece el problema de las pilas desechables; nos dan servicio, pero como contienen metales tóxicos como el zinc, el mercurio y el cadmio, al revolverse con la basura, liberan esas sustancias que contaminan el aire, el suelo y el agua; esto, indudablemente acarrea consecuencias graves a la salud de los seres vivos a mediano y largo plazo. Entre los muchos daños que pueden causarnos al tomar alimentos y agua contaminados con esas sustancias, se encuentra el cáncer.

         Se sabe que una sola pila de las que se usan para los relojes y las calculadoras (les llaman pilas botón), contamina más de medio millón de litros de agua.

         Para disminuir la gravedad de ese problema es recomendable usar esas pilas lo menos posible o usar pilas recargables.

         Antiguamente en nuestros ríos había poca basura; lo más común era ver zapatos viejos o algunos pedazos de ropa atorados en las ramas de los árboles o en las piedras; ahora en nuestros ríos y mares vemos gran cantidad de basura, sobre todo objetos de plástico: bolsas, botellas, vasos, platos, cucharas, popotes, juguetes, empaques y demás, flotando junto con espesas natas de suciedad.

         ¿Hasta cuándo el ser humano y demás seres vivos soportaremos el daño que causamos contaminando nuestro planeta y destruyendo la naturaleza?”Gracias, profesor Rafael. xalapaflorida@hotmail.com      

    

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