Van por un pez gordo de la Cuenca. Líder de la CNPR de Carlos A. Carrillo en la mira de la UIF. Christian Romero, no cumplió.
Por Iván Calderón
Según versiones dignas de todo de crédito la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda que encabeza Santiago Nieto, tiene en la mira al líder regional de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR) Rogelio Fabián Uscanga por su presunto y muy notable enriquecimiento ilícito, así como la “usura” con los recursos de varios productores de Veracruz.
De acuerdo a informes periodísticos de aquella zona, se ha confirmado que en la Ciudad de México preparan un expediente donde también se investigan diversas corruptelas y hasta un posible lavado de dinero contra este personaje, pues es muy conocido que la UIF ha realizado investigaciones para combatir las redes de delincuencia organizada y de corrupción en la entidad veracruzana, combatiendo así diversos hechos delictivos.
Según los medios de comunicación, Rogelio Fabián tiene gusto por practicar el agiotismo con el dinero de los cañeros, a quienes les cobra hasta el 35% de intereses, agenciándose anualmente un aproximado de 6 millones de pesos tan solo en esta práctica y ni que decir sobre sus otros “negocitos” mercantiles y políticos que realiza desde su posición.
Y no sólo esto, informan que este “líder charro” ahora pretende imponer a un tal Eduardo García como su sucesor para seguir ejerciendo toda clase de tropelías contra los cañeros quienes piden de manera inmediata la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador para que a través de las autoridades pertinentes cesen las fechorías de este impresentable sujeto.
Con lo anterior, trabajadores del ingenio San Cristóbal, de Carlos A. Carrillo, acusan que Fabián Uscanga ya hizo uso del famoso «cañonazo» para así dejar con el cargo a Eduardo García al frente de la CNPR, elección que se realizará el próximo día 20 del presente mes.
Sin embargo, sólo es cuestión de días para que la Federación llame a cuentas a Rogelio Fabián Uscanga para que explique el mal ejercicio de los dineros y todo el cúmulo de las denuncias que tiene en su contra por parte de trabajadores afectados.
Ya se verá en que queda este tema.
POR CIERTO, tal parece ser que al alcalde de Tlacotalpan Christian Romero Pérez ya se le olvidaron todos los juramentos para con sus paisanos, pues luego de prometer que sacaría adelante a esta población y que trabajaría sin descanso alguno, hasta el momento es todo lo contrario.
Christian Romero no ha logrado ni el desarrollo, ni mucho menos el crecimiento de este municipio, donde su administración ya tiene varias observaciones ante el Órgano de Fiscalización Superior por varios millones de pesos.
Y no solo eso, la deuda con su pueblo sigue creciendo, ya que en vez de responderles como su Presidente, ahora tiene el sueño guajiro de convertirse en candidato a diputado federal, sin recordar que luego de abrazar el proyecto de Miguel Ángel Yunes Linares está más que pelado.
¿Esa será la razón de los desvíos millonarios que anda juntando para la campaña?
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