Entre la probóscide y huevos del mosquito
Salvador Muñoz
¿Sabe qué es la probóscide? Es ese apéndice alargado en forma de popote que está situado en la cabeza de algunos animales como puede ser el elefante, la mariposa, mono narigudo, elefante marino y el mosquito. Si bien, en algunos animales sirve para sujetar o absorber agua, incluso, hasta para escarbar, como en el tapir, en algunos insectos le funciona para alimentarse, sí, como el mosquito. Bueno, pues tengo la firme creencia de que en el caso de este insecto, creo que su probóscide mutó. ¿En qué sentido? ¡Ya es capaz de atravesar no sólo la pijama, estoy seguro que hasta las colchas San Marcos, ¡con todo y Tigre!
Les cuento esto porque aparte del dengue, el mosquito está generando una serie de problemas de salud, como la psicosis paranoica… creemos que lo escuchamos, creemos que ya nos picó, tenemos sensación de comezón y lo peor, esperamos que no sea un pinche mosquito transmisor de dengue.
Casi enfrente de donde tengo la compu, la pared color ostión tiene una mancha que al paso de los días pasó de roja a negra. Ahí pagó con su vida ese mosquito que es seguro me debe haber chupado… y son esas paredes las que mi vista recorre lentamente en espera de ver un mosquito más, descansando plácidamente tras haberme picado… ¿ha matado a uno después de haberse atascado de sangre? ¡Vuelan tan lento que me hace recordar a la captura del Cóndor!
Alguna vez leí que para atrapar a esta ave icónica de los Andes, se sacrifica a un caballo viejo y se espera a que baje el Cóndor para alimentarse… una vez que el cazador cree que ha comido bastante el emplumado, se corre tras él con una gran manta. El ave intentará levantar el vuelo, pero la pesadez se lo impedirá y será atrapado… así más o menos ha sido mi cacería de mosquitos.
Es seguro también que su aparato auditivo en estos últimos cuatro meses se haya sensibilizado a tal grado que el zumbido del mosquito ya no sólo lo despierte, sino que le genere alerta permanente y se levante en la noche, prenda las luces y empiece una cacería aguzando el oído para descubrir su oscura figura oscilante surcando el aire de su recámara… tendrá mucha suerte si lo encuentra, porque si es cierta mi hipótesis de que han fortalecido su probóscide, es probable que también hayan aprendido a camuflajearse entre las sombras y pasar inadvertido a los aplausos, el enemigo más poderoso del mosquito.
Por supuesto, en esta guerra sin cuartel que se ha desatado en Veracruz entre los ciudadanos y los mosquitos, siempre habrá alguien que saque provecho de la desgracia… ¡Insecthor!
Sí, es probable que no sepa qué es eso… hasta hace unos días, yo tampoco. Insecthor es un repelente de mosquitos aplicado en “spray”. ¡Nunca, en mis 50 años de vida, utilicé un “spray” contra mosquitos! Hoy, lo mantengo cerca de mí, pues ante la falta de costumbre para usarlo, basta escuchar el zumbido o tener la sensación de que el mosquito atravesó mi pants, mi sudadera o hasta mi calzado, para aplicarlo que en nuca, brazos, pies ¡y cara! Ya me lo estoy acabando… y es seguro que antes del fin de semana compre otro Insecthor… ¡pinche nombre mamalón que se les ocurrió a estos de EMQ (Equipos Médicos Quirúrgicos), la empresa que lo distribuye… y la que está ganando con esta plaga…
Mientras hago corajes y busco en la pared color ostión de mi casa alguien con quién calmar esa sensación de piernas y brazos picados, no dejo de esbozar una sonrisa cuando el gobernador asegura que los casos de dengue ya van a la baja… si me leyera, de seguro diría que exagero, pero si ya van a la baja es por un efecto natural y no por sus videos recomendando deshacernos de los recipientes que contengan agua, lugar propicio para que la hembra mosquito ponga más huevos que los que le puso el Gobernador al combate al dengue…