LOS DESAFÍOS DE LA EVOLUCIÓN
Por Akiles Boy *
Hoy me dio la gana de escribir antes de revisar los medios y las redes sociales. Un simple acto de desintoxicación y de aislamiento temporal, el aluvión de información y desinformación nos aturde y, si nos dejamos, nos lleva sin remedio a síntomas de locura como la compulsión y la paranoia. Episodios que observo comunes en la gente con la que compartimos el tiempo y el espacio de este enorme planeta. El mismo, que se revuelve, que evoluciona para defenderse y mantenerse de nosotros y por nosotros. Aunque los humanos sigamos padeciendo de sordera y ceguera, o peor como autistas enfocados solo en un mundo material, a pesar de las señales y facturas que la naturaleza nos cobra.
Es una dramática temporada de evolución forzada, de reacomodos, de la creación y modificación de modelos de producción y convivencia humana y social. Los antecedentes, las causas y culpables de la nueva situación de crisis mundial, en este momento no son importantes. Poco nos sirve investigar y saber el origen de la pandemia que tiene colapsada la economía y el comercio mundial. Fue un brote natural, atrás esta la lucha por la hegemonía, una guerra comercial, la imposición de un nuevo orden por los grupos fácticos dominantes. Esas y otras cuestiones seguirán rondando en las cabezas y análisis de muchos. La mayoría estarán ocupados en la salvación de vidas, después en la recuperación y restauración del tejido social y las economías.
Hoy sentí la obligación de sacudirme la apatía, para hacer fluir las ideas de la mente caída en el marasmo de la cotidianidad y las avalanchas de información con malas noticias, con una gran carga de energía negativa, con una fuerte dosis de pesimismo y masoquismo, en medio de un ambiente de confusión, incitado deliberadamente para fomentar el caos y la polarización. En este nuevo pasaje de la humanidad, otra vez sentimos nuestra fragilidad, la vulnerabilidad de cualquier raza, la necesidad de atender las frecuentes manifestaciones de la naturaleza, para frenar la incesante devastación de los ecosistemas, que sostienen nuestra propia vida.
Esta vez nadie está a salvo, se trata de una epidemia global, que nos afecta a todos, los del primer, el segundo y el tercer mundo. Ricos y pobres. Desarrollados o subdesarrollados. El desafío es común y a muchos cayó de sorpresa, por eso algunas reacciones tibias o tardías, como ocurrió en Italia, hasta ahora, el País con más defunciones por Coronavirus. Para atravesar el proceso del COVID 19, con el menor daño posible a la población y a la economía mexicana, primero tendría que pasar el periodo de desarrollo del padecimiento, conteniendo la trasmisión y dando atención eficaz a los casos confirmados. Por otro lado, es indispensable, que viendo la situación crítica de los Italianos y Españoles, los mexicanos nos apliquemos y acatemos las disposiciones y recomendaciones de las Autoridades y Entidades Sanitarias, que son replicadas por los medios de comunicación. Es una circunstancia especial, se piensa, de mayor riesgo y gravedad que la influenza. La prioridad es la vida y por nuestra misma supervivencia, existe la necesidad de actuar con civilidad, con racionalidad, con solidaridad, extremando los cuidados en nosotros, en la familia y los grupos vulnerables. Vamos a procurar alejarnos de enfoques o visiones trágicas o catastróficas. El miedo y la histeria colectiva no favorecen. El mundo se ha recuperado de peores cataclismos. Seguro después de esto, se verán cambios en el Planeta y en México. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.