EN EL MISMO BARCO
Por Akiles Boy *
Para agregar más emoción a la conmoción, en México se hizo la Declaratoria de Emergencia Sanitaria por la Pandemia del Covid-19. El Distanciamiento Social se extiende hasta el 30 de abril, aumentan las medidas de contención y se intensifican las restricciones en el País. Se prolonga la estancia en casa y tendremos que inventar y reinventarnos para resistir el eventual encierro. Una buena opción es emprender el orden y la limpieza interior y exterior de nosotros y nuestra casa. Solo hay que invertir tiempo, voluntad y paciencia. La situación no es casual, es la oportunidad de atender y sanar heridas y aflicciones, de evaluar y corregir, de acercarnos y recuperar a los que amamos, a los que necesitamos, a los que alimentan nuestra vida.
Lo peor que nos puede ocurrir en estos días, es que el distanciamiento involuntario, se transforme en incomunicación o en confrontación. Una y otra nos harán daño, la primera puede llevar a la soledad y la depresión, la segunda, a la división y polarización, lo que ya se advertía en el tejido social antes de la Pandemia. Ante una circunstancia extraordinaria, una extraordinaria solidaridad. De pronto cambiar formas de pensamiento y de vida es imposible, de convocar a la unidad, es un discurso sin resonancia ni aceptación. Tenemos que alejar esa vieja consigna de “El que no transa, no avanza”, de salir de la vieja práctica del agandalle, del “Primero yo y los demás que se la rifen como puedan”. En la historia universal encontramos grandes muestras de empatía y fraternidad de los seres humanos.
En la arena política, tampoco en la social, a nadie conviene la pelea, el conflicto, sea cualquier causa, cualquier argumento, cualquier ideología. Lo que importa no es salvarse, sino salvarnos todos. Los oportunistas y resentidos están saliendo a golpear, a señalar errores y malas decisiones, con el propósito de incidir a su favor en la opinión pública. La apuesta es el desgaste del Presidente y de la principal fuerza política de este País. Nos guste o no nos guste. El pueblo mexicano dio la “confianza” y el beneficio de la duda al PRI y al PAN en largos periodos y aún en tiempos de turbulencias como los que vive actualmente el mundo. Los resultados están a la vista y se padecen.
El Coronavirus se aferra y aumentan sus estragos en el planeta. Ningún Continente se escapa. La escalofriante cifra de muertos, son más de 50 mil, sube la sensación del miedo y nos desalienta por las pérdidas irreparables. México en la fase 3 y todavía en el forcejeo con muchos incrédulos y valemadres que se exponen y nos ponen en riesgo. La instrucción o recomendación de que solo actividades y servicios esenciales deberán permanecer, se cambia por la necesidad de salir a la calle a corretear la chuleta. En ese contexto, los formales e informales, insisten, con o sin justificación, en solicitar y reclamar apoyos. De repente, casi todos los sectores se declararon vulnerables y requieren de recursos públicos, de excepciones o de exenciones. Todos vamos en el mismo barco y la mejor estrategia de salvación en esta nueva emergencia, será dividir cargas, beneficios y tareas, dimensionando la capacidad de cada grupo que se encuentra a bordo. Seguimos en contacto a la distancia, como siempre y ahora por razón obvia. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.