Pienso, Luego Escribo

EN LA SOLEDAD

Por Akiles Boy *

“Solo” es una canción de la autoría de José María Cano, que fuera integrante del legendario grupo español de música tecno pop y rock  “Mecano”, de los más populares en Hispanoamérica, durante la década de los ochentas y el inicio de los noventa del siglo XX. Esa rola está en el álbum “Desnudo” (1986) del intérprete mexicano Emmanuel, todavía activo y de amplia trayectoria musical, considerado uno de los más grandes artistas del pop latino de los últimos tiempos.

“Como tú, yo también soy humano, y no quiero estar solo”. Con toda intención sustraje ese fragmento de la canción porque, primero me hizo recordar la famosa frase Aristotélica el hombre es un “Zoon Politikon”, un ser esencialmente sociable, con capacidad para relacionarse con otros de su especie y vivir en sociedad. Somos gregarios, nos gusta ser parte de una manada, como otros animales. Sin embargo, en la historia de la humanidad encontramos significativas paradojas. El pensamiento del filósofo inglés  Thomas Hobbes lo revelaría con la frase “Homo homini Lupus”, el hombre es el lobo del hombre. Su expresión más acabada, las guerras de conquista, religiosas o imperialistas.

Es inocultable, que a los seres humanos siempre nos ha acompañado el fenómeno o situación de soledad. Hombres y mujeres por destino o por elección han preferido seguir su camino solos, esa decisión se ha cuestionado, pero se ha respetado y no se ha revertido, porque al final de cuentas es asunto de cada quién asumirlo y resolverlo. La evolución del mundo ha traído nuevas circunstancias y nuevos modelos de vida social. Hoy muchos jóvenes están rehuyendo al matrimonio o vivir en pareja, por temor a generar un compromiso y otras consecuencias que trae la convivencia diaria con otra persona.

Lo mismo ocurre con los adultos maduros y mayores. Estos grupos, ante distintas realidades sociales, parecen expuestos a la amenaza creciente de la soledad, por variadas causas y condiciones. En cada familia vemos que se replica esa forma de vida, que suponemos con menos presiones, sin contratiempos, sin conflictos interpersonales. Y como la felicidad dicen, es un estado de ánimo, muchos piensan y afirman que son felices o viven satisfechos.

Por otro lado, no es los mismo vivir solo, que sentirse solo. Hay personas que se quedan solas o eligen estar solas. No buscan o necesitan compañía permanente y no por esa condición se sienten solas o aisladas. En cambio hay mujeres y hombres que viven con otras personas o en familia y pueden sentirse solos.

Por supuesto que el tema de la soledad no es reciente, debe ser tan antiguo como muchos otros. Sin embargo, la idea de abordarlo ahora, aunque de forma sucinta, es que, por el estado de  crisis sanitaria en que nos encontramos, también es una situación temporal, que viven o están padeciendo una gran cantidad de hombres y mujeres por el confinamiento obligatorio, principalmente los de la tercera edad, por ser un sector vulnerable, y que desde luego, es materia para el diseño y ejecución de Políticas Públicas, igual que para la atención de los profesionales de la psicología. Por último, contrariamente a lo que pensamos y se difunde, es razonable el juicio, de que son más los hombres que las mujeres, que se sienten solos. Las mujeres suelen socializar más y con ello establecen relaciones de ayuda, de apoyo y cercanía emocional y de afecto. El de la soledad estimados lectores, es un tema sensible y complejo, además de, humano, añejo y universal. Hasta la próxima.   

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

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