AMANTE DE LA HISTORIA
Alberto Calderón P.
Camina por las románticas y tranquilas calles xalapeñas, sube lomas para apreciar desde una mejor perspectiva el Cofre de Perote y el Pico de Orizaba. Hace recorridos por los poéticos caminos de Coatepec, se interna en el cerro del Macuiltépetl, desde la cúspide ve apenas algunas casas con sus techumbres de teja, lo invade la nostalgia del regreso a la tierra que le vio nacer, donde estudió junto a los hermanos Rafael y José María Roa Bárcena; recuerda con cariño a otro de sus entrañables amigos, Julio Zárate, todos bajo la instrucción de su tío don Antonio María de Rivera. Las estampas del pasado se le agolpan haciendo latir su corazón con una emoción desbordada, el amor a su Xalapa y a los acontecimientos que le han tocado vivir. En sus recorridos aparecen esos episodios acompañados de costumbres y personas que ya no están, en sus cavilaciones siente la necesidad de dejar un registro de la historia reciente, la que aprendió de sus mayores, algo que lo registre. Una tarde lluviosa cuando ve pasar a toda prisa a una pareja tratando de evitar el chubasco, se guarnecen fuera de su ventana y alcanza a escuchar como la joven le dice a su novio, que nunca había vivido una tempestad como la de hoy, con estas palabras le viene el recuerdo de haber leído en la biblioteca de su tío Don Antonio que en el “año (1736) apareció un cometa; sobrevinieron huracanes fuertísimos del viento del Sur que derribaron árboles y causaron otros males, apareciendo después el terrible matlazahuatl”(enfermedad o epidemia después del periodo de lluvias). En ese momento decide que es necesario contar la historia de Xalapa.
Manuel Rivera Cambas se titula como Ingeniero de Minas, es alumno de otro destacado científico xalapeño, Francisco Díaz Covarrubias su profesor de Topografía y Astronomía, al terminar su instrucción se convierte de inmediato en catedrático.
El país convulsiona con la guerra de Reforma. Influenciado por la invasión francesa a Veracruz en 1862 pide al gobierno juarista le mande a pelear, pero no llega a entrar en combate. Después de su titulación, al no haber muchos ingenieros en esa rama del conocimiento, pronto conquista una sólida posición económica. En el gobierno de Maximiliano lo nombran presidente de una comisión enviada a Yucatán para dotar de agua a la desértica península, en ese sitio establece el telégrafo para dejar comunicado a esa parte de nuestro territorio. Sale del país para especializarse en Francia, España e Italia, a su regreso le sorprende el triunfo de las Fuerzas Republicanas, eso lo motiva a renunciar a la Secretaria de Fomento y como ya lo mencionamos encuentra su verdadera vocación; se siente comprometido a encontrar y rescatar la historia, el pasado de su ciudad y por años se consagra a escribir la Historia antigua y moderna de Xalapa y de las Revoluciones del Estado de Veracruz, aparecida por entregas y terminada en 1871, en cinco gruesos volúmenes. De inmediato se involucra en una nueva aventura histórica que culmina dos años después con la aparición de Los Gobernantes de México, en dos volúmenes. Una vez involucrado con el rescate de la historia, nunca la abandonará. Se casó a los 34 años con María Vázquez Aldama con la que procrea 13 hijos. Publica el periódico El Combate, se afilia al Partido Tuxtepecano de tendencia porfirista del que se separa paulatinamente. Dedicado por completo a su pasión, solo departía en tertulias con un reducido grupo entre los que destacan su paisano Julio Zárate, Don Guillermo Prieto y su antiguo jefe Blas Balcárcel.
En su ardua labor escribe, Atlas y Catecismo de Geografía y Estadística de la República Mexicana, la obra Historia de la Reforma Religiosa, Política y social de México. La extensa investigación México Pintoresco Artístico y Monumental. Su última publicación fue La Intervención Europea y norteamericana en México. Nace el 29 de abril de 1840 en Xalapa y muere el 17 de febrero de 1917 en la ciudad de México.
Xalapa2000@hotmail.com Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO
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