ADAPTACION Y SOBREVIVENCIA
Por Akiles Boy *
Sin duda, una de las palabras clave para la sobrevivencia desde tiempos inmemoriales y los que estamos atravesando es “Adaptación”. Tal aseveración está relacionada, pero en lo social pudiera no justificarse, con la famosa “Teoría de la Evolución” del inglés Charles Darwin. Con su idea de “La selección natural”, refiere que la propia naturaleza selecciona a los seres más aptos para asegurar su sobrevivencia. Dicha teoría tendría aplicaciones sociales y la utilizan los Países imperialistas como un instrumento para la manipulación de las sociedades humanas de finales del siglo XIX y la mitad del XX. Por esa razón, es prudente mejor hablar de adaptación a nuestro medio y a las variables condiciones del mundo, porque el fenómeno de la globalización está provocando la cercanía, con sus efectos y consecuencias. La crisis sanitaria mundial, ocasionada por el coronavirus, es un buen ejemplo. Se generó en China y pronto se extendió y se convirtió en una pandemia.
Este hecho, no significa colgarles la etiqueta de “villanos” a los chinos, como ya se hizo en los medios, principalmente en los políticos, porque es tan visible como persistente una lucha o competencia por estar a la vanguardia en el orbe o tener la supremacía política, económica, científica, militar, ideológica, religiosa y hasta ética y moral. Los competidores están a la vista, China, La Unión Europea, Rusia y Estados Unidos. En esta aciaga temporada, son los punteros en la justa por obtener y distribuir la vacuna que proteja a la humanidad contra el mortal Covid 19, que según cifras, está muy cerca de cobrar un millón de víctimas en el planeta, algo impensable, increíble para cualquier círculo social.
En mi opinión, que debe coincidir o ser divergente de muchas otras, la adaptación implica una evolución ineludible de los humanos, en varios sentidos, los esenciales, en su relación con los diferentes ecosistemas con los que convivimos, es indispensable detener la destrucción o degradación de los múltiples ambientes naturales, que han sido atacados y devastados en forma sistemática, bajo el argumento del crecimiento y desarrollo. Se debe encontrar la fórmula para continuar avanzando en la ciencia, en la cultura, en el bienestar de los pueblos, sin agredir a la naturaleza, sin soslayar su importancia para mantener la vida en el planeta, nuestra propia existencia.
La otra, esencial también, es evolucionar en las relaciones entre los ciudadanos y entre los pueblos o sociedades. En la aldea global quedó de manifiesto, la enorme brecha que hay entre los países desarrollados y los del segundo, tercer o cuarto mundo. Más simple, entre ricos y pobres. Además de la brutal desigualdad que se observa en las condiciones de vida. Resulta ofensivo comparar el nivel y calidad de vida de un habitante de Alemania o Finlandia con otro de la inmensa mayoría de la India o de México.
Se ignoró o no se le dio relevancia, al equilibrio necesario para la coexistencia humana organizada y la vital compañía de la naturaleza que nos arropa y nos provee. La humanidad ha experimentado en su transformación, quien sabe cuántos tipos de organización social, política y económica. Los últimos más persistentes son el capitalismo, que derivó en el neoliberalismo, que estuvo vigente en México, cuando menos las últimas dos décadas, y el socialismo, que para algunos engendró el populismo, que según analistas políticos, ya acapara algunas zonas de América Latina.
A pesar del fracaso o tropiezos de ambas doctrinas, cuando tienden a radicalizarse y entrar en crisis y decadencia, las naciones continúan en esa apuesta. El gigante de Asia, como le llaman a China Socialista, ha sumado poderío económico e influencia política en el mundo, mientras Europa y Estados Unidos, se han debilitado, y no solo a causa de la pandemia, si no por políticas erráticas que los han llevado a la pérdida de credibilidad y hegemonía, en el caso de los norteamericanos, y por la división de los europeos, marcada por la Salida de Gran Bretaña de la UE. Así rueda el mundo en estos días, mientras los mexicanos seguimos empeñados en la tarea de la polarización, el regreso al viejo régimen y hundidos en la corrupción que causa dolor, irritación y vergüenza. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.