Los Políticos

El restaurante de Antrax

Salvador Muñoz

¿Conoces Orizaba? Su pregunta me desconcertó pero le respondí con un “¡Claro!”… igual me cuestionó si era cierto de que había un zoológico y fue entonces que empecé a platicar al sobrhijo de ocho años, oriundo de la Ciudad de México, de las bondades que tenía la Pluviosilla. Le platiqué de los 500 Escalones, de Ojo de Agua, incluso hasta le enseñé la cicatriz que traigo desde los 13 años cuando me golpee en el pequeño puente que está en uno de los extremos de ese balneario natural; igual le conté del Cerro del Borrego así como de su teleférico y de la alameda. También de la Piedra del Gigante que está en el panteón… quedamos irnos de pinta un día por Orizaba.

Una ocasión, mi amigo y paisano Adolfo Tello Espíndola, me ofreció tortas estilo Orizaba… un fin de semana hicimos el encargo y cuando le dije al Sobrhijo que eran como las que preparaban en la Pluviosilla, se volvió un adicto a ellas, incluso, despertó otra vez en él, el deseo de ir a visitar esa ciudad; tanto entusiasmo le vi, que le dije: “¡Vamos este fin de semana!”, pero él mismo me advirtió: “¿Y la pandemia?”

¡Cierto! ¿Y la pandemia?

Una ocasión, el Sobrhijo me platicó de un joven que entregó una leona, no recuerdo con precisión si cachorra, al zoológico de Orizaba… se metió a la computadora, entró al youtube, y me lo mostró. La plática había surgido cuando escuchó en plática que un felino del zoológico había matado a un perrito que se acercó al espacio donde estaban los jaguares… y fue ahí cuando me preguntó si conocía a Antrax. Mi mente de inmediato encontró a una bacteria, una enfermedad, un mal… algo dañino… pero las cosas se aclararon cuando vi el canal de youtube al que me había metido el Sobrhijo: Antrax, un youtuber de aproximados 22 años, que vive en Orizaba.

Si bien, Ángel Villamar Carrillo, como así realmente se llama Antrax, es un especialista en Fornite, Clash Royal y Clash of Clans, a estas alturas llamó mi atención por otra cosa: cuando al Sobrhijo le hice el posible itinerario en Orizaba, todo iba bien hasta que paramos en comer tortas, ya fueran de Kiko, Pavitos o Mellado… él ya tenía otros planes gastronómicos: ¡ir a Hamtrax! No fue difícil adivinar lo que se comía allí: Hamburguesas, pero el Sobrhijo me aderezó la carta diciendo que igual vendían hotdogs y papas con una singularidad… el pan de la hamburguesa y del hotdog ¡era verde! ¿Por qué? porque al dueño del restaurante, Angel, Antrax, le gusta ese color.

¿Cómo fue que conociste a Antrax?, le pregunto. Dos razones me da: 1) Porque ambos juegan Clash Royal y 2) todo lo que sea Minecraft, entre otros, lo busca en Youtube… así lo encontró.

Y mientras esperamos que las cosas amainen, a veces compramos tortas de pierna al amigo Tello, le platico de las dimensiones extraordinarias de la Piedra del Gigante, de lo helada que es el agua de Ojo de Agua, o de lo extraordinario que es caminar a la orilla del río hasta entrar de repente al Zoológico o subir al Cerro del Borrego en el teleférico… los Museos me los reservo… aún no caben en él como parte de la diversión.

Es precisamente este lunes, cuando hacemos nuestros planes, que nos encontramos con un evento que rompe un poco nuestro itinerario: en youtube, sin querer, caímos en el canal de Jorge Abel Junior, niño al que le calculo menor de 12 años, quien narra, desde el lugar de los hechos, ¡el último día de Hamtrax! ¡Cierra el restaurante!

Por supuesto, no nos echamos los 48 minutos y cacho que dura la transmisión porque el Sobrhijo ve al lado otro video, de Antrax, donde anuncia las razones por las que tiene que cerrar, que se concentran en una sola oración: ¡por la pandemia!

El restaurante lo abrió en noviembre, allá en la avenida principal, casi enfrente del Poliforum, y fue un hitazo pues no sólo eran asiduos clientes los chayoteros, sino que la clientela llegaba desde distintos puntos del país, como Baja California, Coahuila, Puebla, etcétera.

Cuando revienta lo del Coronavirus, tiene que cerrar, y durante meses, pagar lo correspondiente a un local rentado, hasta que decidió poner fin al proyecto que él y su familia iniciaron en noviembre pasado.

El 15 de septiembre dio una semana de gracia. Volvió a abrir el negocio… durante siete días Hamtrax estaría despachando hamburguesas y hotdogs verdes con papas, como una forma de agradecer y despedirse de sus clientes.

Sí, hay que estar en los zapatos de este joven emprendedor así como en los de cualquier empresario para entender su decisión que de tajo, es pérdida de empleo… aunque… el Sobrhijo y yo, después de que reaccionamos a la noticia, decidimos mantener los planes, en espera de que cuando vayamos a Orizaba, Ángel haya tomado la decisión de reabrir su restaurante, porque es claro que niños y jóvenes encontraron sabor en sus panes verdes, pero también un ejemplo de que bien encaminado, un Youtuber puede hacer de Hamtrax, un punto turístico que hace que niños y jóvenes se interesen en conocer Orizaba.

smcainito@gmail.com

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