Hacia dónde nos dirigimos?
Los días se escurren cuesta abajo, el atrevimiento a nuevas modalidades resulta incomparable a lo que con antelación se promulgaba. Se captura lo efímero y se le dice adiós a lo que realmente vale la pena.
El Amor se ha convertido en un ave fugaz que únicamente lo alcanzamos a percibir desde lo lejos, no nos acercamos a él, se vislumbra distante, lejano, tan lejano como el satélite ebúrneo.
Tenemos trabajo nos quejamos, nos falta trabajo y nos quejamos de nuevo ¿Qué nos hace falta para descubrir que existen sensaciones que nos dan de una manera afable una constelación de alegrías no solo de nosotros mismos sino de nuestra propia familia?Se avistan tiempos violentos; segmentos iracundos pululan alrededor nuestro.
¡El pensamiento arrebatado no es herramienta para contrarrestar lo insano!
La actitud de la mayoría es indefinible, el egoísmo, el odio lo nutren día a día. Las flechas de cupido han perdido la brújula, o nosotros no nos dejamos flechar por nuestro verdadero origen que es el ¡Amor! Y así proseguimos caminando vacilantes a la espera de que algo o alguien llegue y nos diga “ya todo acabo” ¡Cuando se carece de amor, se carece de todo!
Mientras tanto me refugio en mis creencias, en el que crea todo y nada es en vano. Todo es cuestión de fe.
Se los comparte su amigo de la eterna sonrisa Edgar Landa Hernández.