LOCURA AMERICANA
Por Akiles Boy
“This is América” II y II, que se traducen como “Esto es América”, se exhibieron en México con el título de “La Locura Americana”, y que según etiquetadas como un “filme mondo y falso documental”, evidencian ángulos obscuros de la sociedad norteamericana, su forma de vida desenfrenada, de excesos, de abusos. La primera de estas “joyas del cine gringo” se estrenó en 1977 y la siguiente a fines de 1980.
Tuve la suerte de verla en una sala de cine y sorprenderme ante una pantalla espectacular, de los signos y señales de una sociedad decadente, en franca degradación y en absoluta actitud desafiante frente al mundo, presumiendo como se vivía en esa época en el País más poderoso del planeta, “el sueño americano”.
El cine mondo se caracteriza por ser documentales que presentan temas que pueden ser de ficción, temas sensacionalistas o sórdidos que muestran manías, practicas exóticas o extravagantes de algún grupo social o comunidad. Dentro de este género ubican estas cintas que ya enviaban mensajes preocupantes de la descomposición social en Estados Unidos o que ya empezaban a padecer los norteamericanos. Eran sin duda síntomas de locura en algunos casos, por no utilizar el término “bizarro” como americanismo, que significa extraño o insólito.
Unos años más adelante, en superficiales discusiones sobre el tema de la decadencia de la american society, y desde luego de la sociedad mexicana, también en estado grave de descomposición, algunos ya señalábamos que el escollo lo iban a superar las sociedades, que tuvieran capacidad de renovación o regeneración, para reponer los valores esenciales de la convivencia humana y seguir su marcha. Decíamos que los norteamericanos en buena medida lo estarían logrando porque les importaba demasiado mantener su ego y hegemonía mundial. Nuestro México se atascó en el intento y nos quedamos en el infierno, bueno quizá ni intento hubo. Irónico resulta citar ahora el slogan de la bandera del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) “La Renovación Moral de la Sociedad”.
De ahí, damos un brinco a los sucesos del día 6 de enero de este año en Washington, D.C. , cuando sucedió el asalto al Capitolio, por los seguidores, partidarios o mejor dicho fanáticos “republicanos” que incitados a una abierta insurrección por el todavía Presidente Donald Trump, irrumpieron violentamente en el emblemático edificio del Senado en la capital de Estados Unidos.
Este acto insólito condenado y cuestionado por el mundo, significó una vergüenza y regresión de la política y la democracia norteamericanas. Ellos empeñosos en restregarnos su estandarte de paladines de la libertad y grandes defensores del capitalismo y de la cultura democrática de occidente. Ahora, gracias a los impulsos demenciales del actual Presidente, nos mostraron un rostro que se ocultaba o se desconocía, la de la ambición y perversión por el poder, capaz de crear los peores escenarios de crisis, caos e inestabilidad, incluso en su propia casa. El final de la historia ya se sabe, el sistema político norteamericano se impuso, se sofocó la insurrección y los demócratas retoman el Gobierno en unos días. Trump logró lo qué quería, ganar, ganó el repudió de sus compatriotas y buena parte del mundo. Su destino, el basurero de la historia. Sin duda, una lección para México. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.