Sí, pueden ser muy buenos, muy honestos, muy honrados, pero si el Presidente les ordena levantar la mano o devolver dinero…
Lillian te pone a pensar
Salvador Muñoz
Una persona no puede ir al margen de las causas o programas de Gobierno que representa el partido que lo postula. ¡Piensen muy bien qué futuro quieren para Xalapa!
Así concluía Lillian Cerecedo, candidata a diputada local por el distrito XI de Xalapa, el encuentro que tuvo con Canacintra hace más o menos, una semana.
El mensaje que dio en esa ocasión Lillian Cerecedo es seguro que muchos empresarios lo hayan vivido en carne propia, no sólo con este gobierno municipal, muy dado a “regresar” recursos a la federación, sino con su anterior diputado federal así como el actual, que lejos de gestionar o apoyar a sus representados con algunas obras, optaron por desviar esos recursos a donde su jefe, su líder, su tlatoani se lo pidiera. Que conste, cuando uno pone “desviar”, es en el mejor sentido de la palabra, porque sólo en ellos estaba la “decisión” de enfocarlo a la Atenas pero optaron darlo en otros estados o municipios no veracruzanos… sólo piense qué hizo en su momento por la Ciudad de las Flores en su papel como diputado federal, Cuitláhuac García o en este caso, Rafael Hernández Villalpando… exacto: ¡nada!
Lillian Cerecedo puso en esa ocasión el dedo en la llaga, porque se habla de tú con los empresarios y entiende la cadena que representan ellos: inversión, empleos, desarrollo, progreso… lo entiende porque es empresaria.
Sí, es candidata y empresaria, pero quizás hay algo que destacar en estos momentos donde Xalapa ha vivido cuatro años de abandono, ya deje ese abandono en un gobierno municipal que ni siquiera sirvió como administrador de los recursos locales porque los devolvió a la federación, sino de un abandono por parte de sus representantes populares, que van desde el Gobernador, desde los Senadores (Chapulines los dos por cierto), sus diputados federales y los locales, y un alcalde que si la ineptitud fuera crimen, ya estuviera entambado… lo que hay que destacar es que en Lillian como en muchos otros ciudadanos de este municipio, se ha generado un xalapeñismo que busca no sólo devolverle a nuestra ciudad, el orgullo de ser Capital de la entidad, la Atenas Veracruzana, la Ciudad de las Flores, sino reactivarla.
Esa idea ha sido bien recibida no sólo por esos empresarios que oyeron a Lillian hace más de una semana, sino por emprendedores, empleados, padres y madres de familia, ¡vamos! hasta otros candidatos, como es el caso de Miguel Collado, quien era postulado por el PES, pero renunció a la encomienda para apoyarla.
Lillian de cierto modo, cayó parada en su incursión a la política, pues además de entender la campaña y lo que implica el papel a desempeñar como legisladora, ha contado con el respaldo de figuras como Cecilia Romero, Gustavo Madero y Adriana Dávila y no me crea, pero dicen que algunos candidatos se han colgado de ella porque el equipo de Sergio Hernández está trabajando con ella.
Por eso se recuerda las palabras de Lillian allá, con Canacintra: Una persona no puede ir al margen de las causas o programas de Gobierno que representa el partido que lo postula. Piense por qué y por quién lo dice. Sí, pueden ser muy buenos, muy honestos, muy honrados, pero si el Presidente les ordena levantar la mano o devolver dinero, lo tendrán que hacer…
Sí, pensar en el futuro de Xalapa no sólo debe ser una tarea de los empresarios… también el de todos quienes queremos a esta ciudad… ahí la dejó Lillian Cerecedo, para pensarla.