La historia no sólo la escriben los vencedores; también los vencidos

Realizan el conversatorio Pueblos Originarios y resistencias a 500 años de la caída de Tenochtitlan

Xalapa, Ver.- Tras la caída de Tenochtitlan, la resistencia de los pueblos originarios sigue viva y a 500 años de este acontecimiento que dio origen al proceso de globalización y que enfrenta la historia de los pueblos de Asia, África y América, es una historia que merece ser pensada, mencionada y cuestionada, porque la historia no sólo la escriben los vencedores, sino también los vencidos, afirmó el presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero.

Durante la inauguración del conversatorio Pueblos Originarios y resistencias a 500 años de la caída de Tenochtitlan organizado por la Regiduría Sexta, en el que estuvo presente la directora de Cultura de Paz y Derechos Humanos, Mayra Ledesma-Arronte, el Edil manifestó que se ha hecho evidente que el modelo civilizatorio y de desarrollo que planteó Occidente fue devastador, por lo que debe volverse la mirada a estos hechos “que dan cuenta del progreso que no queremos más”.

La regidora María Consuelo Niembro Domínguez destacó que este año se conmemoran los 500 años de la caída de Tenochtitlan, hecho que nos invita a revisar un proceso histórico complejo, “a resituarnos, reinterpretar e imaginar desde nuestros contextos otros horizontes posibles. Este ejercicio de reflexión implica tomar en cuenta proceso locales y regionales, conocer experiencias de resistencias en nuestro país”.

Dijo que este proceso exige una reconstrucción desde otras narrativas, desde nuestra diversidad cultural, lucha, reivindicaciones y procesos identitarios. Entre los temas que se trató en el conversatorio destacó el papel de las mujeres en el periodo de Conquista, la organización de las resistencias, los rumbos del proceso colonial y las violencias ejercidas.

“Como Ayuntamiento de Xalapa, desde la Comisión de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, buscamos contribuir con un espacio de reflexión sobre las diversas resistencias en los territorios, en el contexto de los 500 años de la caída de Tenochtitlan”.

Como parte del conversatorio se llevaron a cabo dos mesas de análisis: Experiencias desde la mirada de los pueblos originarios, en la que participaron Ximena Levil Chicahual, del pueblo mapuche; Omar Lázaro García, del Concejo Indígena de Gobierno, así como Rafael Nava Vite, del pueblo Nahua. Además, la mesa Miradas a las luchas de los pueblos originarios a 500 años de la caída de Tenochtitlan, en el que participaron Eleuterio Olarte Tiburcio, del pueblo tutunakú; Carmen Cariño Trujillo, del pueblo Ñuu savi y Jesús Alberto Flores Martínez, del pueblo nahua.

Ximena Levil Chicahual habló sobre las luchas y resistencias que estableció esta población en Chile, su historia y ocupación de sus territorios. Recordó que en el siglo XX la resistencia fue a través de organizaciones mapuches, más políticas, que en 1910 buscan reivindicar y demandan el derecho a la educación. 

“Ha sido un continuo demandar, buscando que el Estado reconozca la existencia y derechos del pueblo mapuche en el territorio. Cuando se conmemoran los 500 años surge una nueva generación que nos lleva a dejar constancia, a ser visible la existencia del pueblo mapuche en Chile, no sólo en el territorio histórico, sino también en aquellos que viven en la capital del país, con nuevas demandas, no sólo educación, sino salud y educación intercultural, tierra, y la resistencia está dada por los aspectos culturales”.

El profesor de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), Rafael Nava Vite, manifestó que la lengua nahua estaba ampliamente extendida en México, fue usada por mercaderes, guerreros, gobernantes, autoridades que desempeñaban un cargo; se comunicaban desde Durango, el Altiplano Central, Honduras y hasta Nicaragua. “Incluso la toponimia de los pueblos dan cuenta de esto. Xalapa es nahua, Jalcomulco, Jalisco, Michoacán, Tegucigalpa, Managua”. 

Dijo que el náhuatl le ha hecho muchos préstamos al español, llamados nahuatlismos, como elote, epazote, petate, metate, achichincle o apapachar, “ha aportado mucho al español mexicano, es una riqueza de la cual debemos estar muy orgulloso, y se debe enseñar en las escuelas, es un gran desafío, porque toda esta riqueza se está perdiendo”.

Omar Lázaro García, integrante del Concejo Indígena de Gobierno habló sobre el totonacapan veracruzano, catalogado como un nicho ecológico. 

Jesús Alberto Flores Martínez, estudiante de doctorado de la Universidad Autónoma de México (UAM) Xochimilco, comentó que hay que revisitar y repensar la caída de Tenochtitlan, porque “no hubo tal Conquista, y si la hubo no fue así. Es un error, más bien lo que veo es que este análisis debe estar centrado en la caída como un acontecimiento bélico; uno de los elementos más importantes para refutar la mal llamada conquista de México es que los pueblos originarios siguen vivos, luchando y resistiendo”.

Carmen Cariño Trujillo, profesora de la UAM) Xochimilco, refirió que el pasado no quedó atrás, hay que construir una historia desde nuestros pueblos, y que la caída de Tenochtitlan no significó lo mismo para todos los pueblos que habitaban el territorio.

El director de la Academia Veracruzana de Lenguas Indígenas (Aveli), Eleuterio Olarte Tiburcio, coincidió en que la historia tradicional ha mostrado la Conquista como una gran hazaña que ocurrió, que trajo la modernidad, ciencia, salvación a “pueblos atrasados”, pero fue un choque violento que terminó condenando a los pueblos originarios.

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