El Gobierno pregona que no habrá aumento de impuestos, pero sacude los que ya existen; “nos van a ordeñar hasta el último centavo para cumplir los caprichos del presidente Andrés Manuel López Obrador”, señala el diputado del PAN
Ciudad de México. El vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Jorge Triana Tena, advirtió que “nos espera un 2022 de terrorismo fiscal”, y lamentó que a pesar de que el gobierno pregona que no habrá aumento de impuestos «va a sacudir a los que ya existen» para golpear el bolsillo de los mexicanos.
En un comunicado indicó que “nos van a ordeñar hasta el último centavo para cumplir los caprichos del presidente Andrés Manuel López Obrador». Asimismo, deploró que a la Ley de Ingresos y la Miscelánea Fiscal no se les cambió ni una coma y Morena y sus aliados sólo fueron Oficialía de Partes en San Lázaro.
Consideró que la propuesta que esta semana será aprobada en la Cámara de Senadores, tiene cinco puntos tóxicos, como el obligar a los jóvenes a inscribirse en el padrón de contribuyentes del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a partir de los 18 años.
Otro es el relacionado con el haber fijado un límite a donativos de personas físicas de organismos altruistas o no gubernamentales, lo que, dijo, elimina el régimen de excepción, y con lo cual se calcula que se afectará a más de 9 mil de estas organizaciones en todo el país.
Con la nueva disposición, subrayó, una persona física no podrá donar más de 163 mil pesos, lo que significará una caída en los ingresos de estas organizaciones de más de 8 mil millones de pesos, y se afectaría a más de millón y medio de familias que reciben sus beneficios, como las que se dedican al combate del cáncer.
Triana Tena señaló que además se criminaliza la labor de los contadores públicos, ya que estarán obligados a denunciar a sus clientes en caso de que intenten eludir sus responsabilidades fiscales, ya que se podrían hacer acreedores a tres años de inhabilitación o incluso la cárcel.
Agregó que también la industria maquiladora sufrirá un duro golpe por el nuevo esquema de cobro de impuestos, y la industria automotriz con la regularización de los «autos chocolates», que ocasionará pérdida de empleos.