El Canto de los Secretarios de Finanzas
· Los cuatro jinetes de la operación licuadora de Finanzas
· Vinculados a proceso, cuando Javier Duarte puede salir libre
· Tendrán que decir quién y a donde se ordenó el desvío millonario
Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez
No deja de llamar la atención, el hecho de que, a estas alturas del partido, luego de más de cuatro años, finalmente se haya decidido activar las denuncias presentadas por la Fiscalía General de la República ante los tribunales, en lo que constituye el “presunto” desvío de mayor cuantía contra ex colaboradores del ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, que como es bien sabido se encuentra preso en el Reclusorio Norte.
Como en política nada es producto de la casualidad, sino más bien de los tiempos, por eso es que resulta interesante el hecho de que después de más de cuatro años, ahora finalmente se esté llamando a cuentas a los operadores financieros del mayor desvío de recursos millonarios en la historia del estado de Veracruz.
Los cuatro jinetes de la licuadora de la Secretaría de Finanzas en la administración de Javier Duarte que fueron vinculados esta semana a proceso por un presunto desvío de tan solo del sector educativo por 2 mil millones de pesos, son Tomás José Ruiz González y Fernando Charleston Hernández, ex Secretarios de Finanzas; así como Gabriel Deantes Ramos, ex subsecretario de Finanzas; y José Francisco Díaz Valenzuela, ex subdirector de Operación Financiera de la dependencia.
El otro secretario de Finanzas del gobierno del estado, Antonio Gómez Pelegrín ya se encuentra recluido desde hace días en el penal de Pacho Viejo.
Es de llamar la atención también, el hecho de que hayan sido procesados esta semana, luego de que se anunciara que el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa -preso por otros delitos- está a punto de poder salir de la cárcel, luego de que se cumplió la mitad de su condena.
Javier Duarte de Ochoa no está preso por el delito de peculado, que es el que ahora se está imputando a sus cercanos colaboradores y que se castiga con una pena que va desde los 2 años y 8 meses de prisión hasta los 18 años con 8 meses de prisión
Será también interesante ver el desarrollo de las audiencias donde los hasta ahora inculpados explican y detallan a donde fueron a parar y por orden de quien, esos dos mil millones de pesos que la federación envió como un «apoyo para solventar gastos inherentes a la operación y prestación de servicios en educación en el estado» del sector educativo en el 2012.
En ese tiempo, el secretario de Educación de Veracruz, era Adolfo Mota quien hace algunos meses nos comentó que él no tenía ningún problema ni nada que ver en ese asunto, pues tiene los documentos que comprueban que el recurso nunca llegó a la dependencia a su cargo.
Es decir, que los dos mil millones de pesos, llegaron a la Secretaría de Finanzas y de ahí desaparecieron.
Por eso es muy interesante, el que los cuatro operadores financieros de Javier Duarte, ahora tengan que declarar hacia donde se envió el dinero.
Mientras tanto, Francisco Enrique Manuel Negrete Márquez, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Xalapa, Veracruz, procesó a los cuatro ex funcionarios por el delito de peculado y fijó un plazo de cuatro meses para la investigación complementaria.
Pero eso no es todo, porque como es bien sabido también, la Auditoría Superior de la Federación en su momento, informó que era más de 60 mil millones de pesos, los que no habrían sido justificados por la administración duartista en diversas dependencias.
Como también es cierto, que la Secretaría de Educación de Veracruz, es la dependencia que mayores presupuestos maneja, por lo que esos dos mil millones de pesos -que son un montón de millones- solo son una parte del total del saqueo cometido.
Así es que como para mediados del año entrante, casualmente en los tiempos en que se lleve a cabo la famosa consulta para la revocación del mandato al presidente López Obrador, se estarán manejando también los resultados de la vinculación al proceso que se les sigue a los cuatro jinetes de la licuadora de finanzas.
Mera casualidad.