AL VAPOR
Maricarmen Delfín Delgado
La vida avanza a la par de la tecnología, actualmente nos es fácil satisfacer casi todas las necesidades y los gustos, poder comprar lo novedoso en todos los ámbitos, conocer otros gustos y experimentar, aunque se corra algún riesgo. La publicidad y la moda nos invaden con artículos no tan necesarios pero que atraen a primera vista, como lo son los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN) y los sistemas electrónicos sin nicotina (SESN), que se conocen como cigarrillos electrónicos o vapeadores. Estos pequeños dispositivos de fácil manejo funcionan calentando una solución que contenga esencias naturales, artificiales o nicotina.
Sin embargo, aunque algunas soluciones no contengan nicotina, son perjudiciales para la salud y los dispositivos no son seguros, especialmente para los niños y los adolescentes ya que la nicotina es una sustancia sumamente adictiva y perjudicial para el cerebro pues en esta etapa del desarrollo el cerebro aún no alcanza la madurez. El uso de estos SEAN por mujeres embarazadas afecta directamente al feto en su sano desarrollo, aunado a las afecciones pulmonares y cardiopatías.
El aerosol que se inhala y desprende de los vapeadores no es vapor de agua, es una mezcla de elementos que puede contener metales pesados, diacetilo, compuestos orgánicos en micropartículas que finalmente se alojan en los pulmones y pueden ocasionar cáncer, además de nicotina. Tanto el cigarrillo electrónico como el vaporizador llegan a perjudicar el organismo ya que su uso afecta directamente el aparato respiratorio.
Hablemos de cifras, el tabaco mata a más del 50% de sus consumidores, cada año mueren más de 8 millones de personas a nivel mundial, de los cuales 7 millones son fumadores directos y 1,200 son indirectos (los que respiran el humo de otro fumador); la mayoría de los 1300 millones de consumidores en el mundo son de ingresos económicos medianos o bajos. Datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud en 2021.
Los SEAN son anunciados, promocionados y comercializados en redes sociales, tiendas en línea y sitios dedicados a la venta de productos que difícilmente se encuentran físicamente, por lo que conseguirlos es relativamente fácil variando el precio y calidad. Es preocupante que la información para promocionar estos productos resulte falsa o engañosa argumentando beneficios para la salud o que su uso contribuya a dejar el hábito de fumar, por lo que no deberían mentirle al consumidor para adquirirlos con la esperanza de mejorar su condición física. Los SEAN y SESN no están prohibidos para su venta, se supone que están regulados por las autoridades de salud y se permiten bajo las advertencias pertinentes, lo que no sucede.
Un reporte de OMS afirma que hay un aumento en las lesiones pulmonares por el uso de vaporizadores con el consecuente daño al aparato respiratorio; en 2019 se activó una” investigación de emergencia” para establecer el vínculo entre estos dispositivos y las muertes por daño pulmonar, 3 meses después en el resultado se notificaron 2409 casos de pacientes hospitalizados y 52 muertes confirmadas, solamente en Estados Unidos de Norteamérica. En este país su uso es atractivo especialmente para los jóvenes ya que se encuentran en el mercado de 15,000 sabores únicos, además de los dos más populares que son el sabor “chicle” y “algodón de azúcar”, preferidos por los adolescentes.
A pesar de la campaña y recomendaciones de la OSM poco se ha logrado para hacer consciencia en los consumidores sobre el riesgo y consecuentes daños, que en cada exhalación dejan su salud al vapor.