Comunicado Dominical

MES DE LA BIBLIA

Pbro. José Manuel Suazo Reyes

Hemos iniciado el mes de septiembre, un mes dedicado a la Sagrada Escritura en la Iglesia Católica. La Palabra de Dios antes que ser un texto escrito que se lee, proclama y medita, es una persona, es el HIJO DE DIOS hecho hombre en las purísimas entrañas de María Santísima. La Palabra de Dios tiene un lugar
central en la vida cristiana de todos nosotros, de hecho todo proceso de conversión inicia en efecto con un encuentro con Jesucristo la Palabra encarnada.
La palabra de Dios se proclama todos los días en la Iglesia cuando celebramos la santa Eucaristía, cuando rezamos el salterio y cuando hacemos alguna oración litúrgica. A diversas horas del día, sea en las catedrales, como en las basílicas, los monasterios, las casas de formación, las comunidades
parroquiales y en los distintos hogares cristianos la Palabra de Dios se lee, se proclama, se medita y se vive. Ella es “una lámpara para nuestros pasos, una luz en nuestro sendero”.

La Palabra de Dios está presente en las catequesis de los niños, de los jóvenes y de los adultos; hoy además son muchas las personas que a través de los medios digitales se ponen en contacto con la Palabra de Dios, a través de las plataformas digitales, muchas personas participan en celebraciones litúrgicas que se llevan a cabo en una infinidad de lugares. Son innumerables también
los agentes que hacen este apostolado digital, además de los tradicionales agentes que de viva voz y en forma presencial proclaman la Palabra de Dios.
El mes de Setiembre, es llamado en la Iglesia Católica, el mes la Biblia. Con esta iniciativa se busca que durante este mes, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.

Septiembre es el mes de la Biblia, no porque sea el único tiempo en que se lee o estudia la Palabra de Dios, sino porque en este mes se celebran varios acontecimientos relacionados con la Palabra de Dios.
Entre los diversos motivos que se tienen en este mes del año, encontramos por ejemplo la fiesta de San Jerónimo que se celebra el día 30 de septiembre. San Jerónimo es uno de los grandes Doctores de la Iglesia que dedicó muchos años de su vida a estudiar y conocer la Palabra de Dios y que solía decir esta
frase tan profunda: “desconocer la Sagrada Escritura es desconocer a Cristo”. San Jerónimo tradujo la Biblia del Hebreo y del Griego al Latín. A él se atribuye la traducción de la Vulgata, por eso también es el santo patrono de los estudiosos de la Biblia.

Que este mes de septiembre sea una hermosa ocasión para fortalecer nuestro encuentro personal con Jesucristo, la Palabra de Dios encarnada.

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