Ciudad de México. La diputada María Teresa Castell de Oro Palacios (PAN) informó que impulsa una iniciativa que reforma la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos para otorgar una correcta definición a la labor de reciclador y dignificar esta profesión.
“Hasta el momento no se había hecho nada para reconocer la importancia de su valor y trabajo como recicladores, por el contrario, se regulan algunas obligaciones, más no sus derechos”, sostuvo en rueda de prensa acompañada por representantes de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Recicladores (Conimer).
Señaló que el trabajo de un recolector de materiales reciclables en un elemento fundamental para el mantenimiento de la cadena productiva del reciclaje; sin embargo, muchas veces no se le da la importancia ni el reconocimiento que merece, y a pesar de que son el primer eslabón de esta cadena que, de manera directa o indirecta, nos está beneficiando a todos.
“A pesar de no tener un sueldo, son ecologistas naturales, que contribuyen con el cuidado del medio ambiente y el reciclaje de nuestro México”, aseveró.
Además, indicó, ponen en riesgo su salud, al estar en contacto con materiales de todo tipo; enfrentan jornadas largas de trabajo, perciben bajos ingresos y no tienen prestaciones.
“Ustedes otorgan una ayuda externa a nuestras autoridades sin ser correctamente valorados y nos entregan su calidad de vida sin importar los riesgos que esto representa”, abundó la diputada.
Por su parte, Francisco Uriostegui Pineda, presidente de la Confederación Nacional de Industriales y Recicladores (Conimer), expuso que con la ley ha excluido a personas que por décadas se han dedicado al reciclaje de materiales ferrosos como chatarra, aluminio, bronce; de plásticos: botellas de PET; celulosas, papel, cartón, entre otros.
Lamentó que, a pesar de ser el eslabón primario, no tiene ningún derecho a la seguridad social, a vivienda, educación, sólo tiene la obligación de pagar el 21 por ciento de su mano de obra.
Explicó que existen otros sectores como el de la industria automotriz, de la construcción, y otros pequeños comercios se benefician de los recolectores y reciben apoyos; sin embargo, ellos siguen sin ser reconocidos.