CARAS NUEVAS
Salvador Muñoz
¿Qué nos ha dado Morena, electoralmente hablando? Rostros nuevos en la mayor parte de sus esquemas que callaron la vieja queja del ciudadano de a pie cuando se presentaban los candidatos de otros partidos: “¿Otra vez los mismos? ¿Qué no hay otros?”
¡Y los “Otros” llegaron haciendo honor a la representación popular! ¡Qué maestrías, qué doctorados, qué ITAM, mucho menos Harvard! ¡El Pueblo en bruto sin ánimo peyorativo! Esto no quiere decir que en los otros partidos, en su momento, no hayan tenido a la nobleza de la política (por nobles bestias) pero eran prietitos en el arroz, en espera de que no se sienta aludido “el violentador discriminado”… en Morena, pareciera que abundan pero si hablamos de prietitos, justo también hay que reconocer a los garbanzos de a libra. Dialogar con alguno de estos morenos es como atisbar en el horizonte a ese rayito de esperanza (parafraseando a los de la 4T) de que hay científicos y no todos dejan a la suerte de su PejeDios, el destino de México… o en este caso, Veracruz.
Falta poco para que nuevamente, Veracruz sea un carnaval electoral y entonces veremos las caras que nos han de presentar los partidos… conocidas, viejas conocidas, las de siempre, las que han estado pero nunca tuvieron la oportunidad, y las nuevas.
Entre las caras conocidas y las viejas conocidas hay su pro y su contra. El Pro, sabemos de su experiencia en la materia que dispute, como la de legislador; ya si busca la Gubernatura, agreguemos a su experiencia, la “tenecedad” (tenaz y necio). El Contra, sabemos de qué pie cojea…
Volvemos a los garbanzos, aunque éste del PRI. Entre los viejos conocidos, Marlon Ramírez Marín, quien como Diputado ha sido una grata revelación a tal grado que mantiene desde hace ya más de dos meses, el ritmo, la batuta, la pauta de la política en el estado al lado de sus dos compañeras Anilú Ingram y Arianna Angeles… tres diputados que han puesto en jaque al Gobierno estatal porque a la corrupción le dieron un nombre: Araly, tristemente reflejada en una muñeca.
Entre las caras nuevas, si hablamos del PRI, podemos ver a Carlos Rugerio, regidor en el Ayuntamiento de Ahued, joven sí, pero haciendo talacha desde hace rato y si no, hay que hacer historia del porqué hay un puente peatonal en la Usbi… Rugerio se los puede contar.
En el PAN, el más destacado de los párvulos es Bingen Rementería, tres veces diputado y va para 35 años… La gran incógnita alrededor de este legislador es ¿qué va a ser cuando sea grande? Es cierto, desde que perdió la contienda por la presidencia municipal del Puerto jarocho, cayó en una especie de “depre” de la que le cuesta levantarse, pero no es un mal político… ojalá se despabile, salga de esa modorra cómoda cuando se sumerge en su curul… por el bien del PAN, por el bien del quehacer legislativo, por su propio bien…
El PVEM nos trajo a una chavita de escasos 22 años que si bien, no ha estado mal, puede estar mejor y más cuando viene de un partido en el que muchos jóvenes pueden encajar… a Tania María no se le ve enjundia, fervor, rebeldía, como si la curul hubiera envejecido sus ganas de ser joven…
En Morena hay dos chavos: Luis Ronaldo Zárate y Rafael Fararoni. Uno, apagado; el otro, bien prendido. Uno, al parecer sin “coach”; el otro, encaminado, bien llevado…
Por cierto, hablando de Morena, sin ser diputado, en Xalapa empieza a destacar otro chavo, más chavo que los morenos citados: Rafael Alarcón Barrientos. Lo conocí en un café cuando coincidimos con una amiga en común, Diana Díaz. Si no mal recuerdo, Rafa tenía 17 años y algo más que edad: aspiraciones políticas, tan así, que luego lo encontré en el Ayuntamiento de Xalapa laborando; más tarde, supe que estaba en el OPLE; de repente ya estaba en el TEV, para hace un año más o menos, reencontrarnos de nuevo en el Congreso local…
En verdad no tengo idea de qué caras presenten los partidos en menos de un año para contender en distintos cargos a disputar en el 2024… pero si en éstas está la de Rafa Alarcón Barrientos, mejor de las que ahora tenemos en Xalapa… ¿que no tiene experiencia? Pues después de ese recorrido laboral que a lo largo de siete años hizo, malo sería que no la tuviera, aunque apostaría esa ausencia de experiencia, similar a la que los Salieris de Charly demandan:
Dicen la juventud no tiene /
Para gobernar experiencia suficiente /
Menos mal, que nunca la tenga /
Experiencia de robar /
Menos mal, que nunca la tenga /
Experiencia de mentir…
Hay que concatenar viejos y adultos con los chavos que vienen empujando detrás, y hacer que todos los partidos trabajen a la par con las futuras generaciones y no por las futuras elecciones… complicado, sí; imposible, no… Morena nos ha dado nuevas caras como en su momento nos las dio el PRI con Adolfo Mota, Américo Zúñiga, Corintia Cruz… ojalá pronto aprenda a pulirlas para que además de nuevas caras, nos dé auténticos funcionarios, representantes populares, y no sólo el cumplimiento de la cuota joven.