- Iniciaron pláticas y campaña sobre nutrición sustentable para personal administrativo y eventual de la UV
Jorge Vázquez Pacheco.
Fotos: Omar Portilla Palacios
Xalapa, Ver.- Al iniciar la campaña de pláticas “Nutrición sustentable para personal administrativo y eventual de la UV”, programa implementado por la Rectoría de la Universidad Veracruzana (UV), especialistas disertaron en torno a la problemática de la industrialización de alimentos y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) derivado del consumo de alimentos.
La primera sesión se dio la mañana del miércoles 22 de febrero, a través de la plataforma Zoom, con el propósito específico de “generar la reflexión sobre el cuidado de los ambientes alimentarios para promover la ecosalud dentro de la sustentabilidad”, expresó Julio César Sánchez, moderador y responsable del programa Vinculación para el Desarrollo Ambiental Sustentable en Municipios Veracruzanos.
Ariadna Tercero López, responsable del Eje de Ecosalud en la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, inició por definir el ambiente como “el entorno en que vivimos y que nos proporciona los elementos necesarios para sobrevivir y prosperar”.
Puso énfasis en las amenazas al mismo, que se traducen en riesgos para la salud a nivel mundial: contaminación, cambio climático, pandemias, entornos frágiles y vulnerables, así como servicios precarios de salud primaria y resistencia popular a los programas de vacunación.
La industria alimentaria y el cambio climático
Al repasar las políticas neoliberales en el contexto de la alimentación, Tercero López señaló la desigualdad social, pérdida de biodiversidad y de seguridad alimentaria y las formas de alimentación como tributarias del cambio climático; reiteró el señalamiento hacia el sistema alimentario agroindustrial como responsable de entre el 44 y 57% de la emisión de GEI.
Dijo que es necesario mejorar los ambientes alimentarios, así como incrementar el nivel de concientización de la comunidad.
Por su parte, Magdalena Álvarez Ramírez, académica en la Facultad de Nutrición, expuso el tema “Una dieta nutritiva y sostenible en los adultos”.
Inició con observaciones como: ¿sabías que los alimentos que consumimos son responsables de la “huella de carbono”?, ¿sabías que ésta es el impacto de la actividad humana en materia de producción, transporte, almacenamiento, cocción y eliminación de residuos?, ¿sabías que en México producimos anualmente cuatro toneladas de dióxido de carbono por persona, cuando la ONU insiste en que el máximo debe ser dos?
En el mismo rango crítico se ubica la “huella hídrica”, que apunta hacia la cantidad de agua que requiere la producción de alimentos.
¿Sólo existen la alimentación adecuada y la deficiente?
En un contexto nutrido por una extraordinaria variedad de temas, la nutrióloga analizó los detalles de una dieta, diferenciando entre ración contra porción y cómo la misma influirá notoriamente en la salud personal según las siguientes características: completa, suficiente, equilibrada, variada, adecuada e inocua.
Llama la atención esta última, la más apropiada y deseable desde su definición como “aquella cuyo consumo habitual no implique riesgos para la salud, exenta de patógenos y toxinas, que se consume con mesura y no aporta cantidades excesiva de algún componente o nutrimento”.
Asimismo, mencionó pros y contras de las leches bronca e industrializada; los inconvenientes de las fórmulas lácteas, que muchos asumen equivocadamente como procedentes de ubre de vaca; los quesos elaborados mediante leche sin pasteurizar; cereales cocinados y crudos; las frutas y las verduras.