Ciudad de México. Se ha dicho mucho sobre la compra de plantas de la compañía Iberdrola por parte del Gobierno de México: si hacer la compra garantiza las tarifas de CFE, si se pone en riesgo la rentabilidad de la misma Comisión. Que se abre a mayor mercado a cambio de tecnología antigua y hasta que Felipe Calderón dirige una de las empresas que el Gobierno compró.
El Jefe del Ejecutivo Federal, informó sobre la compra a la empresa de energía española Ibredrola de 8,534 megavatios al mayor administrador de fondos de México Infrastructure Partners por cerca de 6 mil millones de dólares.
En medio de diferentes opiniones, López Obrador aseguró que la adquisición garantiza el desabasto de energía eléctrica wur tienen el país y propiciará que no suban las tarifas, cuando menos lo que resta de su sexenio.
Parte de la polémica se desató luego de lo que pareciera una errática estrategia en materia energética en el país. Por un lado, PEMEX construye una planta para la producción de gasolinas, por otro se construye una «Mega fábrica» de vehículos eléctricos y ahora, el Gobierno de México compra algunas empresas ligadas a un grupo que apuesta a las energías limpias.
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