- México y los países en vías desarrollo serán los más afectados, señaló
- Subrayó que en tiempos de responsabilidades extraordinarias de los gobiernos, el Congreso es el respirador de la democracia
Ciudad de México. La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas Hernández, afirmó que los efectos más lamentables de la pandemia son los producidos en la salud de la población; sin embargo, el daño colateral inevitable será la caída de la economía que enfrentarán todas las naciones.
Al participar en el Conversatorio virtual «La economía en tiempos del COVID-19, diagnóstico y propuestas de los organismos internacionales”, subrayó que los países más afectados serán aquellos que están en vías de desarrollo y los menos adelantados, entre ellos México y los demás de nuestra región.
Estimó que las pérdidas de empleo pueden ser enormes y se espera que el impacto en el incremento de la desigualdad y la pobreza sea importante.
¿Qué papel debe jugar el Congreso? ¿Qué cambios legales o fiscales hay que discutir? ¿Qué tipo de presupuesto ayudaría a la recuperación y generación de empleos? son algunas preguntas que deben responderse.
Laura Rojas dijo que ésta es una crisis sin precedentes y no tenemos un manual con los pasos exactos que se deben seguir. “A las y los legisladores nos corresponde hacernos de la mayor información, diagnósticos e ideas que surjan para generar soluciones que, en el ámbito de nuestra competencia, los ciudadanos esperan”.
Manifestó que en estos momentos la mayor capacidad de respuesta la tienen el gobierno federal y los estatales, pero una vez que termine la emergencia sanitaria la economía deberá reactivarse.
La labor que tiene el Congreso en tiempos de crisis es esencial y durante esta pandemia, los órganos de gobierno de la Cámara de Diputados han mantenido a la institución cumpliendo con su responsabilidad frente el país.
“En tiempos de responsabilidades extraordinarias de los gobiernos, el Congreso es el respirador de la democracia, que debe mantener vivas las funciones básicas de representación y supervisión”, expresó.
Por ello, dijo, es relevante que representantes de organismos internacionales de los que México forma parte presenten diagnósticos y propuestas para la región y para nuestro país. Las participaciones serán útiles para dibujar un plan de ruta sobre los pasos a seguir.
El COVID-19, manifestó, ha supuesto una crisis mundial que hace unos meses ni siquiera imaginábamos y en semanas todo cambió; es la amenaza global y el mayor desafío que hemos enfrentado en este siglo.
“Existen en la historia de la humanidad sucesos críticos que cambian nuestra vida y representan retos enormes que sólo en unidad podemos superar. En estos momentos estamos ante una situación así, por esta enfermedad infecciosa descubierta de manera reciente”, enfatizó.