La mancuerna de la invasión
Salvador Muñoz
Son tres hectáreas cercadas por los ferrocarrileros pensionados. El motivo para hacerlo, uno muy simple: el rumor que surgió en el mismo Ayuntamiento de Xalapa de que dicho terreno ubicado en la Unidad Ferrocarrilera iba a ser invadido. Y es que se tiene la sospecha de que algunos personajes políticos saben el teje y maneje del jugoso negocio de la invasión y ya se sabe en Veracruz, cómo es esto de las invasiones… llegan, se asientan, ponen sus casas y mientras el juicio prosigue, ya hicieron huesos… sacarlos, a veces resulta imposible.
Se habla incluso de una red que funciona tanto en Corett como en Patrimonio del Estado… en qué consiste: detectores de casas, terrenos, lotes, bienes inmuebles que aparentemente no tienen dueños y son vendidos o invadidos. Vendidos, a políticos a precios irrisorios; invadidos, por grupos afines al Gobierno en el poder, sea estatal, municipal o ambos… por eso cercaron su terreno los ferrocarrileros pensionados.
Las últimas noticias en torno a este terreno en disputa, es que ya se tiene “la orden” para echar abajo el perímetro de cerca pero el asunto es que a pesar de que ya hay luz verde, el gobierno municipal no procede… y los pensionados creen saber el porqué: duda el ayuntamiento.
Duda porque primero se dice que es un terreno federal y si así es, qué injerencia tiene la autoridad municipal para actuar en él…
Duda, porque si los propietarios levantaron la barda, saben que no pueden derribarla… hasta la clausura está su límite.
Y duda más, cuando uno de los interesados en que caiga la barda, Carlos Ambrosio Yáñez Guerrero, trabajó en Corett, y sabe que muchas administraciones son dadas a desaparecer información si de terrenos se trata para obtener beneficios propios, particulares…
Quizás por eso el interés que hay porque se documente, como sea, la relación que guardan Carlos Ambrosio Yáñez Guerrero y Juan Vergel Pacheco, porque todo indica que trabajan juntos, no de ahora, sino de años…
¡Vamos! Se habla incluso de que si se rascara un poco más, hasta el nombramiento del director de la Policía Municipal, Francisco Villa Campa, estaría empañada…
Mientras son peras o son manzanas, los ferrocarrileros jubilados se mantienen firmes y con la esperanza de en su momento, disfruten lo que Ferronales cuando desapareció, les cedió como parte de su finiquito bajo un decreto en específico que habla de esta área acordonada por láminas… a diferencia de los otros terrenos, la zona boscosa que acompaña la vía del tren y casi colinda con Jardines de Xalapa.
Respecto al puesto de socorro del IMSS o Clínica 67, quien ha visitado este lugar, sabe que no tiene estacionamiento, y por ende, no se puede hablar de obstrucción a “ambulancias”…
Por lo mientras, con esta pandemia, donde los juzgados se mantienen cerrados, los abogados preparan la defensa de esta propiedad para los jubilados mientras que por otro lado, la contra busca azuzar a vecinos y hasta al IMSS, diciendo que hay calles y accesos bloqueados, lo que al simple paso se observa que no es cierto.
Ya a partir del primero de junio, cuando los juzgados abran sus puertas, el tiempo como un buen juez han de dar la razón a los legítimos propietarios de estas tres hectáreas… y no a quienes han hecho del abuso, el jugo negocio de la invasión…
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