• Atiende los casos de contagio de trabajadores, funcionarios y legisladores
• En mayo se sanitizaron diez áreas de la Cámara
La secretaria General de la Cámara de Diputados, Graciela Báez Ricárdez, informó que desde febrero se han tomado medidas de prevención en línea con las recomendaciones de las autoridades de salud y se alertó a toda persona que entraba al Palacio Legislativo sobre cómo protegerse para prevenir contagios de COVID-19.
En marzo se iniciaron las medidas de sana distancia, así como la toma de temperatura de cada persona que ingresaba al recinto; fue así que se pudo identificar febrícula en una legisladora, a quien se le recomendó retirarse a su casa y de esta manera se evitó su ingreso al Pleno y, por lo tanto, posibles contagios.
Precisó que el 26 de ese mes comenzó el período de cuarentena en la Cámara de Diputados, mismo que sigue vigente.
Durante ese período, se ha dado seguimiento puntual a los casos de COVID-19, de personal y legisladores que se han presentado en la Cámara de Diputados.
Dio a conocer que al día de hoy se tiene información de 31 personas contagiadas, de las cuales: 21 se encuentran en recuperación 5 se han recuperado y 5 fallecieron
Es importante destacar que los casos antes mencionados no fueron producto de contagios al interior de la Cámara, precisó.
Informó que a todas las personas contagiadas se les ha dado seguimiento personal o apoyo a sus familiares, a través del área de Servicios Médicos de San Lázaro.
Asimismo, se han brindado los beneficios que por contrato tienen derecho las familias de las personas que lamentablemente fallecieron.
Cabe señalar que el 4 de mayo se realizó una jornada de sanitización en 8 áreas de la Cámara, como medida de prevención. Hubo dos sanitizaciones extras, el 13 de mayo en Recursos Humanos y ayer 28 de mayo en la Mesa Directiva.
La Cámara de Diputados permanecerá cerrada hasta que las autoridades sanitarias determinen el cambio en el semáforo rojo en la Ciudad de México, así como de acuerdo al protocolo de regreso a actividades, en línea con las recomendaciones de las autoridades de salud y de lo que determinen y aprueben los órganos de gobierno de la Cámara.
Para los legisladores y funcionarios de la Cámara de Diputados la prioridad es proteger la salud y la vida de sus colaboradores.