LAS ESTATUAS SE DERRUMBAN
Por: Alberto Calderón P.
Existen varias aristas físicas que tienen que ver con la salud, la sociedad, la economía y las diversas formas de afrontar los problemas, todo ello se da cita en este momento histórico, singular y sorprendente.
Llama la atención por revalorar los actos que en el pasado realizaron figuras que fueron encumbradas por la sociedad, en su momento fueron reconocidos por haber realizado actos que beneficiaron a los países o a amplios grupos sociales del pasado, se habla muy bien de ellos en la historia, se erigieron grandes ciudades con sus nombres, amplias avenidas los recuerdan como fueron bautizados, escuelas, institutos, teatros, glorietas pero también monumentos erguidos para reconocer sus acciones, muchas de ellas oscuras y que a partir de este rebrote de la exigencia de la lucha por la igualdad entre los hombres, en contra de la discriminación racial se hace presente en el mundo.
A raíz de la muerte de George Floyd un hombre de raza negra a manos de un policía racista blanco, sometiéndolo durante al menos 9 minutos con su rodilla sobre su cuello, mientras el decía que no podía respirar, esta exigencia que se apagaba igual que la analogía con las personas a quienes ha atacado el coronavirus que también ven mermadas sus fuerzas por la falta de oxígeno y tampoco pueden respirar. La juventud principalmente, pero en general la población que se encuentra al límite por los actos discriminatorios que aplaude desde la Casa Blanca el mandatario en turno, que ha dividido a la sociedad cobijándose en una minoría de extrema derecha, son incontables las veces que exhibe su posición, basta recordar el indulto que realizó al policía Joe Arpio quien fuera condenado por desacato ante la autoridad al realizar continuamente actos de racismo en contra de los inmigrantes en Arizona, con este acto el presidente de los Estados Unidos avaló el racismo al cancelar la declaración de culpabilidad en contra de este hombre que las cortes determinaron que se había convertido en un obsesivo en contra la inmigración violando de forma permanente los derechos civiles de estos. Este como muchos otros actos que han promovido esa diferencia de razas, creyendo que los arios son superiores a otras, que los pobres, negros o latinos son de menos valía que los blancos y ostentosos ricos y poderosos.
Pero la gente se cansa y ahora en un recuento de hechos históricos se está revalorando los actos de quienes en el pasado fueron considerados héroes y ahora los vemos como represores y racistas, Sus estatuas erigidas en antaño ahora se derrumban, vemos las de Boston, Miami y Virginia en los Estados Unidos que veneran a Cristóbal Colón que se vienen abajo a manos de los que ya no quieren más diferencias de razas y a quienes las representaron en su momento y por lo menos en algunos casos sus cabezas ruedan quedando solo los cuerpos sin identidad, los confederados del sur norteamericano, el derrumbe en Inglaterra de Erward Colston un comerciante de esclavos del siglo XVIII que fue derrumbado y su historia y personalidad desacreditada y arrojada al agua.
Nuestro país sigue aletargado la policía reprime y mata jóvenes inocentes como Alexander Martínez de 16 años, Yair López en Tijuana, Giovanni López en Jalisco, son solo algunos de los más recientes, mientras las estatuas de conquistadores y represores de nuestra patria siguen campantes entre flores y césped como Francisco Montejo en Yucatán, los muchos Cristóbal Colón en plazas y escuelas, Hernán Cortés y muchos más racistas y que causaron daño a nuestro país siguen firmes y recordados año con año. ¡Hasta cuando!
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).