Una foto en las redes
Salvador Muñoz
La foto de Fidel Herrera con Lugo Carrasco, que circuló en las redes, me recuerda aquella anécdota que cuenta Carlos Ballarta, cuando en una de sus presentaciones en un centro nocturno, le recomiendan, antes de entrar al escenario, que no vaya a contar ningún chiste sobre personas con Down pues entre los asistentes hay una niña con ese síndrome. Un poco turbado, porque es uno de sus mejores chistes, responde el estandopero que no se preocupe, que no lo contará… pero ya en el escenario, no se resiste, ¡y zaz! ¡lo cuenta! Recibe críticas del encargado, del público, lo vetan por contar el chiste… ¿y dónde está el chiste con la foto de Fidel y Daniel Lugo?
¡Ah, bueno! es que con Ballarta, se le fueron encima quizás envueltos por la indignación de hacer mofa de un caso como el Down, pero a nadie le hizo ruido que una niña estuviera en un espectáculo para adultos en un centro nocturno; mientras tanto, cuando los veracruzanos vieron la imagen de Fidel Herrera con Lugo Carrasco, se desbordaron en halagos u ofensas, según el caso, sobre la repentina “aparición en redes” del nativo de Nopaltepec, pero nadie se indignó de que el ex gobernador, a sabiendas de que ha estado delicado de salud, “se presentara” sin cubrebocas al lado de otra persona, que tampoco guardó las medidas de protección sanitaria impuestas por la pandemia.
Pero esa fotito sacada sepa de dónde, es innegable que fue como una bocanada de aire puro en muchos priístas, un levantón de ánimo de ver al Comandante, “en redes”, de pie, sonriente como en aquellos tiempos de la plenitud del pinche poder.
Se entiende… se entiende el ánimo de la gente que ve en el ex gobernador, a un político de pies a cabeza, conocedor de los temas, estadista cuando debía serlo, y populista, también… por eso el gusto de verlo porque para muchos, el Tío Fide fue Maestro, Amigo, Jefe…
Hace unos días, precisamente, una política me contaba que tendría ella casi 18 años cuando en una fiesta, un funcionario que la venía acosando, acabó por maltratarla e insultarla. La actitud fue tan agresiva que lo único que atinó fue huir de esa reunión dejando hasta su bolso. Abordó un taxi y se dirigió a casa, presa de una crisis de nervios. Sus amigas, con las que compartía dormitorios, pagaron el taxi y la instaron a que presentara denuncia, mientras ella seguía en shock… tras calmarse, se dirigió a la entonces Procuraduría para acusar a su agresor. La noticia corrió como reguero de pólvora y no sólo llegó a oídos del Procurador en ese entonces Emeterio López Márquez, sino también del mismo Gobernador, Fidel Herrera Beltrán, quien llamó a esa joven política. Acudió ella y le contó lo que ocurrió. El gobernador pidió todo el peso de la Ley contra ese funcionario y así se hizo. Ella tenía miedo, pero Herrera Beltrán le dijo que no se preocupara, pero lo más importante: la felicitó por haber actuado como lo hizo esa noche: enfrentando a su agresor, y lo más relevante: denunciarlo.
Esto es parte de una anécdota de ese político que tiene más leyendas que la historia de México, pero quizás por eso, esa foto con Daniel Lugo se celebró tanto, tanto como cuando salió la foto de Miguel Ángel Yunes Márquez dejando vislumbrar de que en estas elecciones que vienen, ha de participar, lo que fue celebrado también por sus seguidores… o como recientemente aquí en Xalapa, se festejó la aparición de Américo Zúñiga Martínez, con el siguiente mensaje: “Esta mañana iniciamos algunas actividades en Xalapa con el buen amigo Américo Zúñiga. Seguimos escuchando a Xalapa. Vamos a recuperar la capital. La ruta está trazada”, escribía Miguel Macías Parra en su facebook.
Sí, así parece… cada político representa para algunos o para muchos la esperanza… o la nostalgia… y dicho sea de paso, con el respeto que merecen todos, enemigos, amigos, compañeros, y hasta quienes conocieron el peso de la Ley vía su mandato, es seguro que más que Chiquiyunes y Américo, Tío Fide se siga extrañando tan sólo por la forma del Hacer y Ser Político que lograba a la hora de tener la pinche plenitud del poder y que estoy seguro, se preparó para ser y hacer político, sin tener la pinche plenitud del poder… y el ejemplo ahí está… una foto en las redes.