Por Evangelina Rizzo Navarro
Después de una lucha por más de 10 años, la enfermedad hizo estragos en su cuerpo, se fue deteriorando poco a poco, como si fuera una vela que termina su luz. Porque eso fuiste en la vida de muchas personas que se unieron a ese momento tan doloroso que pasamos la Familia Rizzo Navarro, a quienes les brindó la oportunidad de desenvolverse en el Mundo de la información, para abrazar la profesión de periodista. Te desenvolviste como maestro de varias generaciones y además pionero en otros proyectos que fueron aplicándose en esta nueva tecnología.
Siempre tenía una respuesta para cada persona o situación, su trato era generoso y abierto a escuchar. Solía tener como una varita mágica para resolver cualquier situación. Además de ser un visionario de lo que estaría por venir. Hoy me gustaría entablar ese dialogo sobre lo que pasa, ya que se que nos darías esas inteligentes opiniones que nos ayudarían a ir descubriendo esas claves para entender el porque?
Don Ernesto Rizzo Murrieta, fue un hombre que se hizo al andar, ya que a los meses de nacido perdió a su padre, una niñez llena de esfuerzo y trabajo para ayudar a su madre al quedar viuda y con varios hermanos. Su primer oficio fue ser taxista. Ya casado y con tres hijos decidió estudiar ya que no lo pudo realizar en tiempo normal, por lo que contó con ayuda de excelentes maestros que le brindaron ese gran apoyo. Su gran sueño fue precisamente desarrollarse como periodistas, sin embargo se hizo abogado, sin dejar de lado ese sueño y fundo «Mundo de Xalapa» el 27 de noviembre de 1977, cumpliremos este año nuestro Aniversario 53, ahora de otra forma ante esta «nueva normalidad».
Han sido años de ir acostumbrándonos a tu ausencia física, sabemos siempre que estas en esa toma de decisiones, en esa muestra de cariño que siempre tuviste para cada uno de tus hijos. No ha sido fácil, las circunstancias son otras y es fuerzo se ha multiplicado, y como tu lo enseñaste hay que perseverar para alcanzar los sueños.
Hoy 5 de octubre será un año más de tu partida, no visitaremos tu tumba ni escucharemos la misa con tu esposa, hijos y nietos, porque ahora vives en nuestro corazón donde siempre estarás en el día a día. Porque donde quiera que estés sabemos que alumbras nuestro camino y nos das los mejores consejos para seguir tu ejemplo.
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