Por staff -6 noviembre, 2020
Xalapa, Ver. En una carta a la Redacción de este medio denuncian el abuso de poder de Alejandro de la Cruz Garnica Fernández, Dirección de Administración del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz, quien utilizando a su asistente y chofer contra integrantes del SUIT COBAEV, son señalados de acoso y hostigamiento laboral
CARTA-
Algunos Morenistas de hoy resultan más priístas que don Plutarco Elías Calles. Eso es lo que tenemos hoy en el gobierno, unos híbridos de un partido cuyos estatutos y miembros dejan mucho que desear, desechos en su mayoría del partido que más ha durado en el poder y que está lastimado y lleno de desertores de segunda, traidores, wanabís de tercera que nunca llegaron por mediocres y que Morena recibió, con los brazos abiertos, para convertirlos en (según ellos), sus “máximos” representantes.
De ahí que nos viene a la memoria la historia de un tal Alejandro de la Cruz Garnica Fernández, carga portafolios, durante años del priísta Alfredo Ferrari Saavedra.
Cuando llegó Ferrari al CDE del PRI, Garnica pensó que finalmente le había hecho “justicia la revolución”, sin embargo, “regularcito” como es él, no alcanzó más que el puesto de “Tesorero”. Podríamos pensar que no es deleznable, sin embargo él buscaba el más alto, el de Secretario de Finanzas. A ese, nunca llegó. En su paso por la tesorería del partido, Garnica se dedicó a despedir sin justificación a los empleados de mayor antigüedad del Comité, “nada más para adelgazar la nómina”, pero a su vez ingresar a su gente y elevar los sueldos de los más cercanos; por ejemplo, hubo secretarias a las que les llegó a pagar dieciséis mil pesos por cuatro horas de trabajo. Garnica, muy a su estilo, se dedicó a acosar al personal y a mantenerlo bajo el “régimen del terror”, con la consigna de que sí no estabas en su ánimo, tu futuro era la calle.
Al final, la estrategia para “ahorrarle dinero al PRI”, no sirvió para nada, Garnica lo dejó embarcado con demandas generadas por los trabajadores despedidos, pérdidas económicas, empleados reinstalados en sus puestos y una innumerable cantidad de conflictos legales y económicos que hasta la fecha no se han podido solucionar.
Así Ferrari entregó la presidencia del partido y en un momento de locura algo le hizo pensar a Garnica que podía ser Presidente Interino del PRI Estatal de Veracruz. Nada más alejado de la realidad, para eso se necesita talento, conocimiento, capacidad, pero sobre todo un excelente manejo de la política, cualidades todas de las que este señor carece, además de ser querido y respetado en el PRI no nada más Estatal, sino Nacional y hasta ese día, a él solo lo conocían en su casa.
Como todos los fracasados, este señor desde luego no cumplió sus aspiraciones y ahí empieza a gestar su deslealtad; un día cualquiera de ser un priísta recalcitrante, amanece en morenista y entrega su cuerpo y su alma al “primo incómodo” del “gober” que le promete “el oro y el moro” y como premio le dan la Dirección de Administración del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz.
En cuanto se instala en sus oficinas, Garnica deja claro que “ÉL”, así en mayúsculas, tiene “TODO EL PODER” no como el que despacha desde la Dirección General, que parafraseando a un clásico “¿cómo se llama?”, y que lo va a aplicar y a partir de ese momento.
Y así fue, tiene espías en todas las áreas de las oficinas del colegio, que no solo acosan, sino que le llevan “chismes” en los que este sujeto basa su criterio para dar o quitar bonos, por ejemplo: acosadores que amedrentan sobre todo a las mujeres, que igual les avientan puertas o les gritan, las ofenden y las amenazan con toda clase de palabras altisonantes, como acostumbra el señor René Gil Bravo García, que también sirve de escolta, chofer, mensajero carga bultos y de cualquier cosa que mande su jefe Garnica, cuyo acoso no termina en la oficina, también se extiende a los domicilios particulares de los trabajadores dónde lo mandan a acosar y a hostigar para obligarlos a recibir documentación.
¿Quién en el gobierno de Cuitláhuac García permite que sujetos llenos de odio como este se valgan de ellos para ejecutar sus venganzas personales y su frustración? ¿a nombre de Morena?, ¿a nombre de Eleazar Guerrero Pérez?, ¿de Zenyazen Escobar García? Quién los solapa, es la pregunta, porque personajes como estos, hambreados de poder y de dinero, sin escrúpulos, amorales, lo único que hacen es daño, donde quiera que los pongan.
*Se reserva la identidad del autor ante la conducta del servidor público.
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