El principio de la alianza
Salvador Muñoz
Hay quienes claman madurez… hay quienes piden que se piense en Veracruz, en la democracia, en el bien común… hay quienes invitan al diálogo, a la construcción de un Veracruz mejor… el enemigo está enfrente… todo esto, tras lo que parece el rompimiento de una alianza local que nunca existió más que en las buenas intenciones de quienes pretendían generarla.
Hasta este domingo, después de las declaraciones del PRI y del PRD en voz de sus dirigentes, la posibilidad de conformar un tridente con el PAN, se esfuma y aunque se dejó en las declaraciones de Marlon Ramírez, un resquicio para que Joaquín Guzmán Avilés “recapacite”, creo que tras poner en duda su honorabilidad, se ha roto la confianza, tanto de un lado como del otro, por lo que ese resquicio que dejó el priísta, más bien es un desfiladero.
Hay quienes ven con esta posición del PRD y del PRI, como una oportunidad para sus aspiraciones políticas, perdidas ante la posibilidad de una alianza. Hoy, es posible que ya se vean como candidatos a una alcaldía o hasta por una curul y no se les culpa… al final, ¿qué sería un político sin pretensiones por el poder?
¡Ojo! Porque en el PAN, las oportunidades igual se podrían abrir para aquellos que pudieran ser víctimas de esa “soberbia, egoísmo y acuerdos oscuros” de los que hablaron los dirigentes del PRD y PRI, y que vieran obstaculizado su camino a una candidatura a una alcaldía… ahí bien podrían caber algunos de esos miembros de esa alter-bancada del PAN que se rebeló a la designación de Omar Miranda como cabeza de manada.
Aunque el asunto no es si vamos a tener más candidatos en las boletas o haya más oportunidades para quienes aspiran a un cargo, o quiénes serán los más malos de esta película electoral, ¿PAN, Morena, o ambos? sino enfocarse al principio que dio génesis a la intención de conformar una alianza local entre PAN, PRI y PRD: “vencer al mal gobierno”.
Si nos atenemos a este principio, con alianza o sin ella, uno supone que si el partido en el poder está haciendo un mal papel, sea en curules o en alcaldías, el voto será en contra, y se puede enfilar hacia el PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano u otros partidos de reciente creación. En sí, la alianza de cierto modo, está de más; igual si va solo cada partido… incluso, en algún caso, hasta el papel del partido en el poder… al final, cada instituto político sabe que su oferta, su verdadera oferta, estará en sus candidatos, y en que éstos sean capaces de generar en el ciudadano, la esperanza de que hagan siempre un mejor papel que repercuta en su entorno, en su vida, en su bolsillo… así fueran en alianza todos los partidos, sin buenos candidatos, sería una invitación al abstencionismo y cuando éste se hace presente en una elección, ya sabemos quién gana…