Propone cambios a la ley para minimizar este riesgo, entre ellos facultar a la Semarnat para emitir protocolos de manejo de esos residuos
> Plantea que los tres niveles de gobierno se coordinen para su recolección en hogares y residencias no hospitalarias con pacientes infectados
Ciudad de México. A fin de evitar riesgos adicionales a la salud por mal manejo del inevitable aumento de residuos peligrosos durante emergencias sanitarias como la actual, la diputada Frida Alejandra Esparza Márquez propuso cambios a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
Se trata de adiciones al artículo 67 y de la creación del artículo 67 Bis en la mencionada Ley -ambos en el Capítulo IV (“Manejo Integral de los Residuos Peligrosos”)-, con los cuales propone que se prohíba la recolección y disposición de tales residuos si carecen de identificación sobre sus condiciones de riesgo.
También propone que, en caso de emergencia sanitaria por epidemia de carácter grave o de enfermedad transmisible que provoque generación acelerada de residuos peligrosos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emita un protocolo para el manejo especial de éstos.
El objetivo -dice la legisladora federal por Zacatecas- es combatir y minimizar el riesgo de contagio o el desencadenamiento de un efecto de rebrote, así como otras consecuencias en la salud humana y el medio ambiente por el manejo inadecuado de este tipo de basura.
La reforma que plantea considera involucrar a los tres niveles de gobierno para poner atención especial en la recolección de tales residuos que se generen en hogares y residencias no hospitalarias con pacientes infectados de enfermedades transmisibles.
En la exposición de motivos para fundamentar su iniciativa, Esparza Márquez refiere que la generación de residuos, en general, por la pandemia aumentó entre 3.3% y 16.5%, para ubicarse entre 81 mil 214 y 92 mil 338 toneladas al día, según informó el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Agregó que la Semarnat, a su vez, reportó un aumento de 200% específicamente en la generación de residuos peligrosos biológicos infecciosos en instituciones de salud pública, la gran mayoría de ellos sin un manejo adecuado, por lo que se convierten en potenciales medios de transmisión del Covid-19 o alguna otra enfermedad.
Así, además de problemas sanitarios, económicos y sociales, la pandemia también acrecentó el problema sobre el manejo de residuos sólidos, en particular los peligrosos.
Éstos se definen en la citada Ley como aquéllos con alguna de las características de corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o que contengan agentes infecciosos que le confieran peligrosidad.
También se consideran como tales los envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan sido contaminados cuando se transfieran a otro sitio y, por tanto, representan un peligro al equilibrio ecológico o el ambiente.
Frida Esparza reconoce que ya existen normas oficiales mexicanas y otras disposiciones para la identificación, clasificación, envasado, recolección, transporte, tratamiento, manejo y disposición de residuos peligrosos biológicos-infecciosos, las que sin embargo se incumplen por diversas razones, entre ellos, la corrupción y falta de concientización en parte de la ciudadanía.
De modo que actualmente los residuos de propagación del virus SARS-CoV-2 y del Covid-19 generados en los domicilios, por ejemplo, no cumplen con lo sugerido en esos documentos, por lo que se convierten en medios de reinfección.
Para revertir esta problemática, en su propuesta también plantea que la Semarnat realice y promueva campañas informativas y de capacitación a la población sobre el manejo, tratamiento y almacenamiento de este tipo de residuos.