> Al inaugurar el parlamento abierto sobre el tema, refirió avances, pero aclaró que han sido insuficientes para priorizar interés superior de la niñez> El problema se agudizó en la pandemia por mayor consumo de bebidas y alimentos azucarados y alto contenido calórico, e inactividad física
Cuidad de México. La Coordinadora del GPPRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez Piña, exhortó a todos los involucrados en el problema de sobrepeso y obesidad de la niñez y adolescencia a lograr acuerdos para mejorar el marco jurídico a fin de beneficiar la salud de este grupo poblacional, cuyo interés es superior a cualquier otro.
Al inaugurar el parlamento abierto sobre “Prohibición de la Venta de Bebidas Azucaradas y Alimentos Con Alto Contenido Calórico a Niñas, Niños y Adolescentes en los Centros Educativos”, destacó avances al respecto -como el etiquetado en los productos con tales características-, pero los consideró claramente insuficientes ante un problema de salud pública que va en aumento.
Alertó que incluso se agravó en lo que va de la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid 19, ya que al aumento en la ingesta de tales productos se sumó la creciente inactividad -por falta de juegos y ejercicios físicos, en general, debido al confinamiento en casa- de las y los infantes y adolescentes.
“Creo que todas y todos estamos preocupados por la salud de las niñas, niños y adolescentes, y es por eso que celebro que podamos hablar sobre la importancia de la alimentación; que podamos escuchar a las y los expertos; que podamos discutir sobre bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico y su impacto en la economía”, precisó.
Al respeto, informó que en este encuentro también participan representantes de industrializadores de esos productos, entre ellos socios de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), de modo que también aporten a una solución.
Ilustró la gravedad del problema con información de diversos organismos internacionales y nacionales, entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Secretaría de Salud (SS) el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, (UNICEF por sus siglas en inglés) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Destacó, por ejemplo, que la OMS considera la obesidad perjudicial para la salud, pues pone a quienes tienen exceso de grasa en riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes, cardiovasculares y cáncer.
A su vez, la Secretaría de Salud reporta que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil y el segundo en adultos. Precisa que el 5% de niños y niñas de 0 a 4 años tiene sobrepeso, y que el porcentaje se eleva a 35 entre quienes están entre 5 y 19 años de edad.
La encuesta del INEGI de 2018, por su parte, encontró que 18% de la población entre 5 y 11 años tiene sobrepeso y que tal porcentaje aumenta con la edad.
UNICEF advierte que la obesidad infantil en México es una emergencia de salud pública que requiere cambios inmediatos, ya que México es el mayor consumidor en América Latina de productos ultra procesados, incluidas bebidas azucaradas, con lo que se afecta el crecimiento y desarrollo de niñas, niños y adolescentes.
Finalmente, la UNAM descubrió que la obesidad infantil se incrementó considerablemente por el cierre de escuelas a causa de la pandemia de COVID-19, pues afectó hábitos alimenticios y provocó inactividad y falta de juegos físicos entre las y los niños.
Juárez Piña reconoció la disposición de la presidenta de la Comisión de los Derechos de Niñez y Adolescencia, Rosalba Valencia Cruz, por la realización de este parlamento abierto con todos los involucrados en el tema y reiteró su confianza en que se logren acuerdos en beneficio de la salud de infantes y adolescentes, para lo cual se debe priorizar -como dicen la Constitución y otras leyes- su interés superior.