Los Políticos

Decreto anti-Covid, guango

Salvador Muñoz

La Mujer es más radical si se trata de que el Coronavirus no entre a casa. Son verdaderos pleitos, regaños, gritos si acaso el Sobrhijo, la Suegra o yo, no traemos cubrebocas, nos llevamos la mano a los ojos, nariz o boca o no nos lavamos las manos como Dios man… perdón, como Ella manda; ¡hay que oírle la boca cuando nos sorprende en alguna circunstancia que rompa el control sanitario de la casa! ¡Regan (Linda Blair, en El Exorcista) se veía hermosa a su lado! En pocas palabras: La Mujer tiene más carácter para enfrentar el Coronavirus que el mismo Gobernador.

Hace poco, Ella me muestra un video donde al pie de una escalera eléctrica en descenso, un policía agarra a macanazos a un joven al que le exige que se ponga cubrebocas mientras que otros chavos que vienen detrás de él, de inmediato se ponen el suyo para evitar el escarmiento. Por supuesto, es una actuación de dos personas (el disfrazado de Policía y el ciudadano descuidado) pero que busca generar conciencia entre las personas que bajan la guardia al dejar de usar cubrebocas.

No se trata de llegar a esas condiciones, pero estamos de acuerdo que ante el Covid, la política inicial del Gobierno federal y replicada por el de Veracruz, fue la equivocada, muy laxa, reflejada en un Presidente que despreciaba el uso de Cubrebocas (escudándose en la sabiduría de la Fuerza Moral otorgada por el Doctor Herodes Gatell) y mal imitada por García Jiménez cantando “Camino de Guanajuato”, porque con su actuación, parecía decirnos que “la vida no vale nada”. Un mal ejemplo para un ciudadano que leyes, reglamentos, convivencia social, le cuesta trabajo atender, que no entender.

¡Vamos! Si en las cosas más elementales como no subir el carro a la banqueta para aparcar, no tirar la basura en la calle por muy pequeña que sea, no estacionarse en doble fila, recoger las heces de nuestras mascotas, o simplemente el pago de impuestos, entre un largo etcétera, nos vale un cacahuate, pues el control sanitario elemental con más razón cuando a nuestras autoridades pareció poco importante.

Si bien las condiciones que vivimos, la epidemia en su apogeo, la variante del Covid, me generaban en el decreto que el Gobernador dio una expectativa más amplia, todo quedó en el parto de montes… no hay nada extraordinario sino lo elemental…

Bueno, preciso  con este ejemplo en el punto V del decreto emitido por el Gobierno estatal: “Regular el control sanitario en bares, centros nocturnos, y de entretenimiento (como salones de fiestas y eventos) para no sobrepasar el aforo al 30% de su capacidad en ningún caso, suspendiendo aquéllos que incumplan con las medidas de sana distancia y uso racional de cubrebocas”.

¿Recuerdan cuando los negocios tuvieron que cerrar y el reclamo de los empresarios era que se les permitiera seguir con sus labores bajo las medidas del control sanitario y nomás no? Y ahora que la cosa está más cabrona, de acuerdo a lo que dicen Salud, Hospitales, Gobierno y Covid, regulan el aforo. Es un poco contradictorio aunque no deja de ser una bocanada de aire puro (con cubrebocas) para la iniciativa privada, aunque en realidad, el gobierno entiende que el circulante debe de circular, valga la rebuznancia, para que haya reactividad… económica, por supuesto…

Si bien, no se espera que haya medidas drásticas para que la gente entienda que debe de cuidarse, que debe usar cubrebocas, sana distancia, lavado de mano y etcétera, al menos sí se espera que haya congruencia por parte de nuestras autoridades en su actuación ante la pandemia… ya vivimos año y medio de fuerza moral, y todo hubiera sido tan sencillo si se hubiera actuado contra el Covid con el mismo carácter que la Mujer imprime si alguien se atreve a romper el control sanitario en la casa… ¡aguántenle el pinche genio!

smcainito@gmail.com

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