Papantla, Ver. En apoyo a la promoción y comercialización de productos artesanales, habitantes de pueblos originarios fueron beneficiados con recursos económicos para compra de insumos y venta de textiles elaborados con fibras naturales. “Esto nos favorece en gran medida, pues da a conocer nuestras mercancías y así podemos seguir trabajando”, comentó Yolanda Cruz Hernández de Ayacaxtla, municipio de Chicontepec.
Derivado de un convenio de colaboración entre el Gobierno del Estado, mediante la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (SEDECOP), y el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), organismo sectorizado a la Secretaría de Bienestar, se entregaron cheques a 75 artesanos de las Altas Montañas y Huastecas Alta y Baja, por cantidades de 3 mil 500 a 5 mil pesos.
Con base en un padrón estatal de selección y un estudio socioeconómico el apoyo llega de manera directa, sin intermediarios; así pueden adquirir materias primas y continuar sus actividades en el marco de las políticas de difusión y preservación del conocimiento de las costumbres y tradiciones.
“Es lo que necesitábamos, porque en este tiempo nos habíamos visto muy afectados, tanto en ventas como en la elaboración de nuestras prendas”, señaló Berenice Sánchez Aguilar, quien desarrolla un proyecto de bordados en manta y confección de trajes típicos.
Entre estas manualidades destacan los hilvanados con lana de borrego en telar de cintura, manteles, vestimenta y accesorios femeninos, como rebosos, quexquémitl (pieza con orígenes en la Mesoamérica precolombina), collares, aretes, llaveros y bolsos; decorado todo con pinturas naturales preparadas con flores, raíces y hierbas.
“Ahorita que nos llegó el dinero podemos hacernos de más telas e hilos y con eso seguir activos y apoyándonos económicamente”, reiteró Marina Núñez Simbrón, originaria de Gildardo Muñoz, en Papantla; ella diseña y cose indumentaria tradicional para festividades religiosas y ferias locales.
Por su parte, Angélica de la Cruz Tiburcio dijo estar sorprendida y muy contenta por la atención que ahora reciben los artesanos, ya que eso nunca había pasado. “Ahora que se está dando la oportunidad para mí es excelente, nadie nos ayudaba. Nosotros mismos vendemos la mercancía y lo que sacamos lo volvemos a invertir.
“Ya tengo encargos en manta y bordado rojo, entonces esto que nos dieron ahí lo voy a utilizar, para poder comprar y distribuir. Me ayuda a cubrir lo de mis pedidos y también apoya mi economía”, expresó.