- El diputado Valenzuela González (PAN) promueve cambios a la Ley del ISR para estimular al sector restaurantero
- Ante la emergencia sanitaria, la industria ha sufrido la pérdida de ingresos y empleos
Ciudad de México. El diputado Carlos Alberto Valenzuela González (PAN) propuso cambios a la Ley del Impuesto Sobre la Renta, a fin de que los contribuyentes puedan efectuar deducciones por el consumo de alimentos preparados en el lugar de su consumo por un monto máximo de 50 mil pesos anuales, siempre que el pago se realice mediante tarjetas de crédito, de débito o de servicios.
Los pagos no se podrán hacer con cheques al portador ni efectivo, se precisa en la iniciativa que reforma los artículos 25 y 28 de la Ley del ISR, remitida a la Comisión de Hacienda y Crédito Público para su dictamen.
Señala que la emergencia sanitaria ha afectado a todos los países de manera importante en su actividad económica, sobre todo al sector de los servicios como la industria de alimentos y bebidas preparadas (restaurantes) que han sufrido una pérdida de ingresos y de empleos.
La propuesta plantea estimular al sector restaurantero con la permisibilidad de deducción del ISR, mediante acreditación del pago de transacciones a través de medios fiscalizables (tarjeta de crédito o débito), que sea aplicable a personas físicas o morales independientemente de su actividad.
Considera que esta medida fiscal debe ir acompañada de la reducción a 50 por ciento de la distancia actual permitida para considerar la deducibilidad de viáticos, para quedar en un radio a partir de 25 kilómetros de distancia de la ubicación del domicilio fiscal.
Destaca que la industria restaurantera emplea a más de 2 millones de personas, pero por su naturaleza y ante las medidas restrictivas de reapertura por el Covid-19 está en grave riesgo de presentar una difícil recuperación, por lo que requiere muchísimo dinamismo y generación de estrategias de supervivencia.
Asimismo, de un plan emergente por parte de las autoridades federales y locales y una serie de estímulos fiscales bien estructurados que puedan generar un círculo virtuoso, en el que la demanda y la oferta de servicios de los restaurantes vayan en crecimiento para recuperar los niveles previos a la declaratoria de emergencia sanitaria.
Puntualiza que la reforma permitirá la reactivación del sector restaurantero y el crecimiento de la demanda de los servicios de alimentos, incrementará la facturación, reportará en tiempo real las transacciones y reducirá las transacciones en efectivo.