El Claudista
Salvador Muñoz
Ya sea por convicción (hay que darle el beneficio de la duda) o por imitación, cada vez que tiene oportunidad, Cuitláhuac García busca la foto al lado de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Si lo pensamos que lo hace por Convicción, hemos de suponer que Cuitláhuac García cree que Claudia Sheinbaum tiene mayor oportunidad de ser candidata a la Presidencia de la República que un Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal, por citar los más sonados en esta adelantada caballada de Morena.
Si es por imitación, es porque el mensaje que ha dado en estos momentos el líder moral de los Morenos, López Obrador, es que la candidata será Claudia.
Quizás en otros tiempos, el prematuro destape de un personaje por parte del Preciso, implicaría cuidar al “Tapado” ¡y más faltando tanto tiempo! Sin embargo, en tres años al frente del Poder absoluto, López Obrador ha dado muestras del Síndrome del Rey y no precisamente de Chocolate: “Y mi palabra es la Ley”… Entonces, si dice que es Claudia, pues para muchos de sus adeptos, “son las horas que usted diga”.
A diferencia de Morena, que mínimo, tiene tres cartas con sus respectivas fortalezas y debilidades, en la oposición sus figuras no terminan de cuajar.
Conste, esto no quiere decir que la Oposición carezca de gente preparada, con experiencia y con conocimiento en el arte de Gobernar, pero cuando la Capacidad esté por encima de la popularidad o incluso, hasta de la Democracia, otro gallo nos estaría cantando.
Por supuesto, el párrafo igual le cae como anillo al dedo a Morena, como a cualquier otro partido.
Volviendo con Cuitláhuac… quitemosle el beneficio de la duda a García Jiménez en la apuesta de todas sus canicas por Claudia Sheinbaum y no nos expone a un ajedrecista de la política, sino a un convenenciero que simplemente jala con la cargada. Al cierre de su administración y si las estrellas se le alínean a Claudia Sheinbaum, es seguro que Cuitláhuac y quienes lo rodean ejerzan el poder (como lo haría cualquier otro Gobernador de cualquier otro partido) para que en Veracruz, gane el candidato afín aunque ello no sea regla… remember Peña Nieto en Veracruz.
Cuando las elecciones presidenciales del 2006, el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, pierde en Veracruz con escaso margen, unos tres mil votos, contra la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota. La derrota electoral fue atribuida a Javier Duarte de Ochoa con dos años en el Gobierno; el triunfo de la panista, atribuido a Miguel Ángel Yunes Linares.
Como sea, este 2024, quien quiera que sea el candidato de Morena a la presidencia, Claudia, Ricardo o Marcelo (por citar a los más citados), Cuitláhuac tendrá un excelente termómetro en el fin de su sexenio que le puede dar el pase automático a las ligas mayores… claro, siempre y cuando tenga ambición política para seguir en estos menesteres…
¿Qué? ¿No le ve tamaño al Ingeniero para incorporarse en un Gabinete federal? Igual en Veracruz nadie apostaba verlo sentado en una curul y mucho menos en la silla del Palacio de Enríquez… ¡vamos! cuántos lo vieron incapaz de que llegara a dos años de Gobierno ¡y mírenlo! Hoy no pierde oportunidad de sacarse una selfie al lado de Claudia Sheinbaum… les repito: si la capacidad estuviera por encima de la popularidad o incluso, hasta de la Democracia, otro gallo nos estaría gobernando.