Los destapes de Bety y Pepe
Salvador Muñoz
La aparición en el escenario Rumbo al 2024 de Beatriz Paredes Rangel fue una bocanada de aire puro para el PRI porque al interior, la Señora es por principio, una institución por sí sola; para el partido, una figura a la que hay que aprender; y para los políticos, un personaje respetable por cualquier lado que se le mire.
Además, con todo y los escándalos que se desencadenaron desde Campeche vía Layda Sansores en contra de Alejandro Moreno, estandarte del PRI en estos momentos, Paredes fue un remanso para un muy ajetreado Revolucionario Institucional que quedaba como trepadero de mapache cada semana que la gobernadora salía a echar pestes de Alito.
La repercusión de su “destape” fue vista con agrado por el PRI y sin ningún aspaviento por los aliados y sin alharaca alguna por el partido en el poder…
Si el PRI fuera por su cuenta en las elecciones del 24, sin duda alguna se podría hablar de que tendría una excelente candidata, conocedora de la política así como de la administración pública…
Si acaso el PRI fuera en alianza y ella no fuera la candidata, es seguro que su presencia sumaría a esos priístas que a veces no saben si jalar con Chong o con Chano…
Conste, hablamos del efecto que Paredes desencadena en el partido y en el sector político… a ciencia cierta, en la percepción social, quién sabe cómo “se siente” el destape de Beatriz Paredes.
Eso fue en el altiplano… acá, en la aldea, hubo otro destape… el de Pepe Yunes Zorrilla, que si es cierto, fue bien recibido por su grupo de cuates que tiene muchos, no generó ninguna reacción externa… o quizás no la esperada.
Si bien, no hay comparación entre Paredes y Yunes, el veracruzano cuenta con muchos positivos dentro de su labor política como administrativa y se podría hablar pues, de un buen candidato si acaso el PRI fuera solo en la contienda del 2024.
Ahora que si el PRI fuera en alianza, la pregunta sería, si no es el candidato, qué tanto liderazgo puede tener el peroteño para sumar las voluntades que en el 2018 no tuvo…
Ojo! Porque si algo presumen los cuates de Pepe, es que sigue siendo la mejor carta que el partido ha tenido (agregaría: después de Tío Fide) en este siglo… condiciones muy similares a las que hoy se encuentra Beatriz Paredes…
Por otro lado, los que no son cuates, incluso por allí uno que otro amigo, consideran que las condiciones para ese “destape” de Pepe no son las más óptimas en estos momentos y corre el riesgo de volverse un Cuauhtémoc, que no Blanco, sino Cárdenas, por su empecinamiento a convertirse en Gobernador de Veracruz, que no es malo… lo malo es que se vuelva obsesión y que de Cuauhtémoc Cárdenas pase a un Gustavo Carvajal Moreno. Recuerden: En el 2010, le ganó Duarte; 2016, el Tío Héctor; 2018, la perdió…
Siendo francos, cualquier panista tiene más oportunidad de ser candidato al 2024 que cualquier priísta… a menos que diga lo contrario Pepe o Marlon.
El asunto es que la alternancia nos sigue demostrando que no basta ser el mejor, sino quién lleva más votos a las urnas y al menos los números, tanto en lo general como en lo particular, nos dicen que a los veracruzanos literalmente les vale madre las cualidades de los candidatos… En términos bíblicos, para la oposición, la mayoría de la gente sigue apostando a Barrabás… y en la democracia, así es la raza!
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