Pienso, Luego Escribo

VERACRUZ. LOS TIEMPOS QUE VIENEN

Por Akiles Boy*

Dice la canción compuesta por Agustín Lara “Veracruz, rinconcito donde hacen su nido la olas del mar, Veracruz, pedacito de Patria que sabe sufrir y cantar”, que nos queda como traje a la medida a los veracruzanos. La fama de trovador, bailador, alegre, creativo y  relajado que recorre el mundo, corresponde a una realidad inocultable, y ese resumido perfil conecta perfectamente con la naturaleza de los habitantes del bello y rico territorio jarocho.

Sin embargo, me enfocare a una parte de la estrofa escrita antes, “Pedacito de Patria que sabe sufrir…..” Porque el tiempo pasa inexorablemente, la esperanza renace cada ciclo o temporada, y en Veracruz permanecen los oprobiosos contrastes, el atraso vergonzoso,  el estancamiento y la involución. Más allá de ideologías, de democracias imperfectas, de alternancias políticas, la gloriosa Entidad del Golfo de México, continúa atascada  en la pobreza visible y lacerante, en la histórica y fatal condición de subdesarrollo social.

Es suficiente viajar al Sur del Estado, para observar las imágenes de abandono, de caos, de la inseguridad que permea las actividades cotidianas de los ciudadanos, los cuales resisten y sobreviven en ese territorio, con el miedo, con la incertidumbre que cualquiera de fuera percibe. Hacer el recorrido por carretera se ha convertido en una tortura, a veces una pesadilla, por el tiempo y las complicaciones en el camino, sin importar se haga por la onerosa autopista, cuyos abusivos cobros no corresponden a su precario estado, debido a la falta de mantenimiento oportuno.

Por la carretera libre de peaje, la aventura se vuelve más compleja y azarosa, su empobrecida condición por los baches y topes en algunos poblados, nos lleva al desencanto y desesperación. Al final, el viajero termina aterrado por la experiencia de haber sorteado situaciones de tráfico intenso y  un sistema carretero en estado deplorable. A lo que se agrega en el caso de la Región de los Tuxtlas, los agudos problemas de vialidad y movilidad de la población. Es cuestión de medir el tiempo que se invierte en cruzar las zonas urbanas de Santiago Tuxtla y San Andrés Tuxtla, para valorar la creciente problemática.

Imposible cerrar los ojos ante una testaruda realidad que se impone y nos encabrona, el Sur con sus grandes recursos, su envidiable belleza y enorme potencial, vive una de sus etapas más obscuras y tristes, dejado a su suerte  por instituciones y autoridades, que simulan hacer o hacen poco por esa zona, años atrás ejemplo de crecimiento y bonanza. Basta con dar una vuelta y mirar los sombríos escenarios que muestran el daño ambiental, además del desorden urbano y el ruinoso estado de las vías de comunicación, por citar solamente esos rubros. De la inseguridad pública y la ola delictiva que azota las ciudades sureñas, mejor ni hablar.

El tiempo para la actual Administración Estatal se agota y la percepción social no es favorable, abundan las voces y expresiones de desencanto, de desesperanza, de enojo, por las circunstancias que viven los veracruzanos, y no se comenta solo del fenómeno inflacionario que afecta la economía global, sino de problemas comunes no resueltos o atendidos que son prioridades y reclamos populares de antaño, principalmente aquellas que tienen que ver con el campo, las comunicaciones, la infraestructura de salud y educativa, el ordenamiento urbano,  el empleo, la migración, el turismo y la seguridad pública. En los próximos meses se verán los resultados del análisis y evaluación ciudadanas y se dibujaran las primeras señales sobre el destino de este aguantador y sufrido Estado. “Veracruz, pedacito de Patria que sabe sufrir…..”  Hasta la próxima

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.

Sobre el Autor

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.