Por Luis Angel Andrade Córdova*
Las inspiraciones del Espíritu Santo, el Otro Paráclito, fluyen a través de la persona de Jesús. Su Santa Presencia purifica la materia. El Nazareno, ungido por el Padre, le da consistencia homeostática al
corazón del hombre y de la mujer. Su Sagrado Corazón late a un ritmo celestial, y sus vibraciones penetran en nuestro cuerpo, nos armonizan desde dentro. Libera a los espíritus que carcomen nuestras vísceras, a las que se aferran endemoniados, enojados con el mundo que les ha
tocado lastimar por los designios del Maligno.
La persona egoísta es persuadida por sus deseos banales, y su corazón enferma porque quiere exprimir a todo y a todos, incluido él mismo. El sentimiento de soberbia es el disfraz del dragón que se infiltra
así en nuestra corporeidad sexuada, regocijándose lascivamente en su diferencia y queriendo subyugar cruelmente a los otros polos, a todo lo diferente que percibe con éxtasis luciferino desde el cuerpo poseído.
Jesús es el puente de salvación hacia el cual nosotros construimos, de entrada, el amor propio, y así renovamos nuestra faz para que pueda ser mirada con benevolencia por el prójimo.
La cruz nos indica el camino, pues nos muestra que Jesús conoce la herida del corazón mejor que nadie. La kénosis o abajamiento del Hijo a nuestra condición mortal lo hace capaz de penetrar en el último misterio del ser humano, purificándolo desde lo más profundo de sus
entrañas.
Orientemos el ojo del alma hacia la mano que nos es tendida por el Salvador del Mundo, sostén de todas las esferas y de todos los corazones, y respondamos esponsalmente desde Su gran amor que es
Su Iglesia, Su Cuerpo Místico. Amén
- «Escritor e investigador independiente. Licenciado en estudios políticos y maestro en ciencia política y sociología comparativas por el Instituto de Estudios Políticos de Burdeos, Francia. Certificado en lengua rusa e historia por la Universidad Rusa de los Pueblos, en Moscú. Diplomados en teología y en cristología por la Universidad Pontificia de México. Estudiante de la licenciatura en psicología en el Instituto Galo y de la maestría en teología y acción pastoral en la Universidad Anáhuac México. luisandrade90@gmail.com»