POLITIQUERÍA ROSA
Brenda Caballero
Tengo 45 años… y sí, como cualquier mujer u hombre tengo el riesgo de padecer Cáncer de Mama. No porque tenga antecedentes familiares de esta enfermedad, sino porque no he tenido hijos, además de que mientras más años cumpla, mi riesgo aumenta.
Pero no son los únicos factores en mi contra. Tengo que comer menos carbohidratos, grasas e incrementar el consumo de fibra, además decir no al sedentarismo haciendo ejercicio para combatir la obesidad pues dicen los médicos que el exceso de tejido adiposo tiene un funcionamiento metabólico y hormonal que contribuye al desarrollo del cáncer de mama.
No consumo tabaco, y alcohol de vez en cuando, pero aún así no estoy exenta de tener cáncer de mama.
Me cuesta la autoexploración y me da cierto temor sentir algo extraño en las glándulas mamarias a pesar de que la doctora Roge (fundadora del Grupo Juntas Venciendo el Cáncer Coatepec) me diga que es necesario y que salva vidas. A ella, la autoexploración le salvó la vida dos veces. Ante la confusión de sentir algo raro, recurro siempre a la mastografía y aprovecho estas fechas para el descuento que ofrecen muchos laboratorios en apoyo al llamado mes rosa.
Es este mes del año cuando nos atascan con frases como: ¡Sensibilización! ¡Crear conciencia! ¡Autoexploración! Mensajes que escuchamos una y otra vez en el llamado Octubre Mes Rosa que nace precisamente con la intención de “sensibilizar a la población” ya que las estadísticas indican que una de cada 8 mujeres será diagnosticada con cáncer de mama en su vida.
A pesar de que llevamos varios años con esta campaña permanente en nuestro país, parece que no se está creando la suficiente conciencia con esos símbolos como los moños rosa, edificios públicos iluminados del mismo color, o las carreras con esa causa que son organizadas por dependencias o actores políticos.
Así lo demuestran las estadísticas dadas a conocer por el Inegi en febrero pasado. La primera causa de defunción en 2021 fue tumor maligno de mama tanto en mujeres de 30 a 59 años como en mujeres de 60 años o más.
¿Por qué sigue siendo el cáncer de mama la primera causa de muerte en mujeres si cada año más y más población se suma a crear conciencia contra esta enfermedad?
Si bien el cáncer de mama es un asunto de todas y de todos es necesario que el Estado tenga verdaderas políticas públicas de atención a las mujeres que padecen este mal.
Y no pido ni en sueños ser como Dinamarca (país que ponía de ejemplo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de salud al inicio de su sexenio) donde las personas que tienen diagnóstico de cáncer son atendidas en menos de 48 horas; me conformaría primero con que las personas que tienen cáncer recibieran sus tratamientos de quimioterapia y radioterapia en periodos más cortos entre sí, pues una quimioterapia de manera particular cuesta alrededor de 15 mil pesos.
Eso es lo que necesitamos: atención física y mental inmediata y los legisladores deberían de estar sobre ello, no haciendo “politiquería rosa”.
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