Cuitláhuac no para
*No hay día que no la “riegue”
*$300 millones sin denunciar en la FGE
*Denuncian a Ministerial prepotente
*Pregunta sobre Benito
Por Omar Zúñiga
De los creadores de “Esta vez, el fin de semana cayó a media semana”, llega “Encontramos 30 millones en efectivo y no pudimos denunciar”.
Así es y antes de entrar en materia, una disculpa obligada por la ausencia involuntaria a causa de un bicho.
De vuelta al tema que nos atañe, las ingeniosas palabras del inicio fueron espetadas por el sabio xalapeño que hoy gobierna Veracruz y que cada vez nos sale con este tipo de filosofía, que realmente pone a pensar hasta al más flojo de los jóvenes destruyendo el futuro.
Más allá de las estupideces que salen de la boca de Cuitláhuac García, como decir en conferencia de prensa que “el fin de semana cayó a media semana”, para tratar de justificar el impago a los maestros veracruzanos, la que nos recetó de que encontraron 300 millones de pesos en efectivo escondidos en algún lugar de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, pertenecientes supuestamente al tristemente célebre Jorge Winckler (hoy con el pijama de rayas, imputado de los delitos de tortura y desaparición forzada de personas), no tiene parangón.
“Le comento… la Fiscalía en 2019, mi presunción es que le dieron recursos para financiar las campañas… teníaaa 300 millones de pesos escondidos Jorge Winckler, hoy lo puedo probar, hay pruebas, no se los pudo llevar, no le dio tiempo, (…) no, por que no es mal uso (sic) -ahí en la Fiscalía, lo revelo para que vean queeee, yo ya no puedo hablar de una institución más allaaá (sic)… pero ante la pregunta eso… vean los resultados que tenía esa Fiscalía (la de Winckler), las complicidades de la Fiscalía (…) no, porque no les dio…, no los ejerció, no los robó, ahí estaban en la Fiscalía, simplemente…, nomás les digo, es mi sospecha, no es de la fiscal (Verónica Hernández Giadáns), ella no se mete en esto (sic), me pasó el dato, -dije: ¡ah caray!- (…)”.
En algún punto del anterior párrafo, tan brillantemente estructurado en la prodigios mente y que fue magistralmente llevado a su boca para salir por ahí vomitado, lo que Cuitláhuac quiso decir es que como no se los robó, no hay delito, por eso no se le denunció a Winckler por tener esa lana escondida, en efectivo.
Sin embargo la responsabilidad existe, tanto para Cuitláhuac García, como para Verónica Hernández Giadáns, la fiscal general “que no se mete en esto”, según lo dicho por el mismo titular del Poder Ejecutivo del estado.
El ciudadano que prometió “cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (cuyo aniversario es el próximo lunes, de nada Cuit), la del estado Libre y Soberano de Veracruz de Ignacio de la Llave y las leyes que de ambas emanen”, simple y llanamente está faltando a su juramento, nos dijo Fidel Ordóñez.
Lo que debió hacer doña Veros de entrada, es haber denunciado la existencia de ese dinero, pues no sabía ella (de manera presunta) su origen ni destino y cuando el gobernador lo supo, hacer lo propio.
Pero no, prefirieron guardar ominoso silencio, parafraseando al ínclito, “callaron como momias”.
Distinguidos expertos consultados al respecto coinciden en la primera apreciación de quien esto escribe.
La pregunta de los 64 mil ahora es…, ¿dónde quedaron esos 300 millones que encontraron guardados en algún lugar de la FGE en el año 2019?
“Es una omisión grave no haber investigado el origen de este recurso, y no informar su paradero.., existe una ley para prevención e identificación de operaciones con recursos de procedencia ilícita”.
“Esta opacidad puede generar responsabilidades para las actuales autoridades”, sostiene Arturo Nicolás.
Y más interrogantes, ¿bajo qué concepto lo ingresaron a las arcas estatales?; ¿cuál fue el fin último?; ¿quién fue el responsable de haberlo ingresado?, y un largo etcétera…
En fin, que lo pendejo –afortunadamente- no se contagia, es requisito sine qua non de este gobierno.
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Y ahí no terminan los problemas, de entrada para la FGE…
Resulta que a través de una denuncia ciudadana -en la que la persona que nos la hace llegar está plenamente identificada, pero por temor a represalias pide el anonimato-, una policía Ministerial hoy ascendida a policía de Investigación de nombre Paulina Melgarejo Ibarra, tuvo un “incidente” con un joven allá por su domicilio en el vecino municipio de Coatepec, en el que de manera prepotente y por demás violenta, la servidora pública se bajó de su auto particular para catear -o cachear- a un joven cuyo único delito fue cruzarse en el camino de la déspota funcionaria, que pistola a la cintura, no dudó ni un momento en abalanzarse sobre el joven y meterle mano a su ropa para sacar sus pertenencias, sin mediar siquiera palabra alguna, ya no digamos mandamiento judicial de por medio.
Fue una acción digna de los sujetos que antes se denominaban “madrinas”, que sin embargo, ocasionó que se interpusiera una queja en la Unidad de Atención Temprana (UAT) de la Fiscalía.
Y se interpuso en la UAT porque los funcionares de la Unidad Integral de Procuración de Justicia (UIPJ) hicieron todo lo posible porque se fuera solamente a un recurso de mediación antes que una denuncia.
Sin embargo, los quejosos no pararán ahí; deberá abrirse una Carpeta de Investigación contra esta mala servidora pública, que se siente intocable por decirse protegida de un alto mando de la corporación a la que sirve.
Gracias por la confianza, estaremos pendientes.
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Pregunta seria… a Benito, la jirafa macho recientemente rescatada e integrada al santuario poblano Africam Safari, ¿le molestará que le digan jirafa, o preferirá que le digan jirafo, dado que genéricamente es macho; o en un momento dado jirafe, aunque parece que sus preferencias sexuales han sido abiertamente declaradas, sería entonces la giraffe?
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com