No se puede premiar con servicios a quienes durante mucho tiempo se dedicaron a lucrar con la necesidad de la gente
La obra pública que el Ayuntamiento de Xalapa realiza privilegia el ordenamiento de la ciudad y las necesidades de la sociedad, por lo que no se sujeta a los intereses de algunos líderes o agrupaciones en particular. Se debe cumplir con un proceso administrativo y legal, afirmó el director de Gobernación, Juan Vergel Pacheco.
El funcionario explicó que en la administración existen sólo tres formas de gestionar las distintas acciones de infraestructura.
En primer término el ciudadano, ya sea de forma individual o a través de un patronato, debe presentar su solicitud ante las instancias del Gobierno Municipal vinculadas a este rubro, como la Dirección de Obras Públicas, la Dirección de Participación Ciudadana y la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento (CMAS); en las regidurías y la Oficina de la Presidencia.
Una vez elaborados, los proyectos de las obras se integran al Programa General de Inversiones que presenta el funcionariado de la Dirección de Obras Públicas a los ediles y al Presidente Municipal para su aprobación o modificación, e iniciar el proceso de licitación.
Reiteró que es importante cumplir con todos los requisitos que se exigen, como presentar documentos con la dirección de la obra, la extensión, la firma de vecinos involucrados y fotografías que muestren el estado de lo que se plantea intervenir o mejorar para, a partir de ello, crear una base de datos donde se describa el impacto social de la acción y el tiempo que la ciudadanía ha esperado por ella.
El Director de Gobernación manifestó que es importante identificar el tipo de asentamiento en el que se ubicará la obra, pues si se trata de un terreno en situación de irregularidad, es imposible realizar cualquier acción que vaya en detrimento de los derechos o intereses tanto de particulares como de los gobiernos Federal, Estatal o Municipal.
Agregó que el Ayuntamiento no puede premiar con servicios públicos a las agrupaciones que durante mucho tiempo se dedicaron a lucrar políticamente con la obra pública y promovieron asentamientos humanos en zonas de alto riesgo, la invasión de propiedad privada y áreas naturales protegidas.
Finalmente, Juan Vergel recordó que desde 2018 hubo un cambio en la gestión social de la obra pública, por lo que las organizaciones y dirigentes que tradicionalmente se manifestaban para solicitar acciones ya no influyen ni deciden en el quehacer municipal.