“Sólo descendiendo al abismo
recuperamos el tesoro de la vida.
Dónde caes es donde está tu tesoro”.
Por Edgar Landa
La mayor parte de la gente, entre ellos me incluyo yo hemos necesitado tocar fondo para poder recomenzar de nuevo.
Mientras recorremos nuestra vida en un estado de confort perdemos ciertas facultades de adiestramiento y no empleamos a fondo lo que realmente somos.
Frecuentemente el estar en una situación adversa conlleva a rediseñar nuestras vidas, a cavilar de qué manera sopesar estas vicisitudes que se nos están presentando y cómo poder salir airoso de tales instancias.
Así mismo encontrar el verdadero camino no es nada fácil, se incluyen una cierta gama de factores que debemos de tener en cuenta como la inspiración, la tenacidad y perseverancia ya que todo conlleva a un proceso.
En algunas situaciones más lento que otros, pero debemos de estar atentos a las señales que propiamente se nos van dando tales como amigos, situaciones afines para que los aprovechemos y tomarnos de ahí para salir avante.
Reencontrarnos con nosotros mismos y buscar los objetivos precisos que nos den y hagan sentir una plenitud de vida no es imposible.
Todo es cuestión de Fe y sobre todo de creer en nosotros mismos. Plantearnos las siguientes preguntas:
¿Qué es realmente lo que quiero?
¿Hacia dónde quiero ir exactamente?
¿Estoy actuando de la forma correcta para poder llegar a mi objetivo?
El gran desafío somos nosotros mismos.
Cuando se comienza a capitalizar nuestros conocimientos nos damos cuenta que si estamos preparados para salir del abismo en el que hemos caído.
Solo hay que tomar decisiones y sobre todo estar conscientes de que esa situación únicamente ha sido por nuestra conducta que no ha sido la adecuada.
Saber controlar nuestros miedos y mirar de una forma optimista hará que recobremos nuestro verdadero yo y poder controlar la situación para que tiempo después solo se vea como una anécdota digna de contar.