Boca del Río, Ver. Emocionado aunque con cierto nerviosismo de inicio, así confesó su sentir Júnior Vázquez Ávila de convertirse en el entrenador de la plusmarquista mundial en impulso de bala en la categoría F57/58, María de los Ángeles Ortiz Hernández, rumbo a los Juegos Paralímpicos de este año.
«Fueron muchos nervios porque ser parte fundamental de los entrenamientos de ‘Angie’ no es cualquier cosa, tienes la presión por ser una persona de alto nivel, la mejor del mundo, y eso se resiente un poquito.
«Pero ya pasando las semanas de trabajo hombro a hombro me he sentido muy bien como su entrenador y se va a haciendo más sólida la relación entre el atleta y entrenador con un trabajo bien planificado», señaló.
Agradeció el respaldo que ha tenido de la competidora, que ha puesto de su parte y experiencia para tener una labor subrayable para homologar criterios.
«El trabajo en equipo es mejor ahora y estoy seguro que se darán muy buenos resultados», acotó.
Ambos viajarán a Cuba en próximos días para estar concentrados en Cuba con el respaldo de la entrenadora Xiomara Rivero, que ha aconsejado en la parte técnica el trabajo de la campeona mundial.
«Son técnicos los apoyos que se tienen con ella (Xiomara), lo que nos ha brindado ha sido magnífico, pronto estaremos trabajando con ella y tendré un mejor acercamiento para agarrar más experiencia en esta disciplina.
«Y este perfeccionamiento que viene, a lo que ‘Angie’ ha hecho años atrás, será un parteaguas de un gran resultado, esas poquitas modificaciones que puede haber en biomecánica o explosión serán fundamentales para ganar centímetros que sabemos puede generar otro récord del mundo», explicó.
Vázquez Ávila indicó que también el curso, que posteriormente tomará en Brasil, avalado por el Comité Paralímpico Internacional, le respaldará aún más los conocimientos y sensibilidad al deporte adaptado.
El entrenador adaptó, junto a Xiomara Rivero, un sistema de trabajo para formar uno propio, personalizado para Ángeles Ortiz en el que se favorecerá su explosividad y velocidad, porque la fortaleza ya la tiene.
Y la primera prueba la tendrá también el próximo mes durante el Grande Prix en tierras brasileñas.
«Estoy seguro que ahí vamos a dar muy buena marca, y estoy muy agradecido por la oportunidad que me dieron de trabajar no sólo con una atleta, sino con la mejor del mundo», concluyó.