Boca del Río, Ver. La plusmarquista mundial en impulso de bala categoría F57/58, María de los Ángeles Ortiz Hernández, aseguró ya estar adaptada al reajuste que sufrió su plan de trabajo hace dos semanas a causa de la postergación de los Juegos Paralímpicos en Tokio.
La atleta realiza sus trabajos en un gimnasio de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, en el que sólo están ella y su entrenador Júnior Vázquez Ávila, respetando los lineamientos salubres mundiales a causa del Covid-19.
Ahí, «Angie» ha trabajado aspectos específicos de fuerza, técnica y cumpliendo con el proceso cardiovascular correspondiente, algo que su organismo ha tomado bien después de las exigencias que sufrió en el campamento al que acudió a Cuba a finales de febrero.
«Tuvimos que hacer un cambio fuerte en el programa de entrenamiento, porque estábamos a tres meses para poder competir (…) Adaptamos todo a espacio interior, y aunque tenemos balas indoor el espacio no es suficientemente grande para montar mi banco y poder lanzar», apuntó.
Ortiz Hernández, sin embargo, entrena de buena forma y mantiene el «feeling» con el implemento, que es algo muy importante para la lanzadora en camino a sus cuartos Juegos Paralímpicos.
De igual modo, informó que su entrenador en Veracruz ha mantenido contacto con la especialista técnica, la cubana Xiomara Rivero, para ya armar el plan de fogueos que podría comenzar a finales de este año, de acuerdo cómo se ajusten las cosas por la pandemia, y si no ya en el 2021.
«Porque serán necesarios (los fogueos) después de parar tanto tiempo, es prácticamente todo el año, es demasiado para un deportista estar todo el año entrenando y varado.
«También hay que hacer mucho trabajo de psicología deportiva, y continuar con todo lo que nos lleva a tener el ánimo arriba y la visión muy en alto», señaló.
La también llamada «Leona de América» consideró que será importante volver a Cuba a la segunda fase del campamento que hizo en este año y seguir con las correcciones técnicas que le aplicó Xiomara Rivero.
«Lo ideal era que regresando continuarámos con lo que hacíamos allá en el campo, pero está situación nos hace quedarnos resguardados porque es una realidad alarmante lo que se está viviendo, por eso tomamos todas las precauciones para entrenar, porque la salud es lo principal.
«Tendremos que regresar a Cuba, retomar lo que dejamos, a la continuación de ese campamento, porque después de tantos meses sin poder lanzar, no poderle dar seguimiento a lo que aprendimos allá, que estábamos tratando de aprender.
«Obviamente, algún rezago va a haber y nosotros tendremos que pulirlo, ya nos pondremos de acuerdo con Conade y con todos los entes para que podamos hacer la etapa dos del campamento ya sea a finales de este año o a principios del próximo», explicó.
«Angie» comentó que ha tenido contacto con otros atletas paralímpicos alrededor del mundo, y han adaptado sus casas o espacios cercanos para entrenar lo que puedan cumplir, pensando en los Juegos de Tokio.