• Con la conferencia magistral “¿Por qué Sor Juana Inés de la Cruz en la sociedad y en la cultura de estos tiempos
• Sumamos nuestra voz al reconocimiento de una figura universal: Nezahualcóyotl Vázquez
Ciudad de México. La Cámara de Diputados conmemoró el 326 Aniversario Luctuoso de la Décima Musa, con la conferencia magistral “¿Por qué Sor Juana Inés de la Cruz en la sociedad y en la cultura de estos tiempos?”, impartida por Sara Poot Herrera, con el propósito de rememorar su legado literario e histórico.
A través de este evento, convocado por las secretarías General y de Servicios Parlamentarios, y el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), se recordó la obra de esta insigne mexicana del siglo XVII, vigente en la actual centuria.
Nezahualcóyotl Vázquez Vargas, encargado del despacho de la Dirección General del CESOP, explicó que la conferencia se realiza en conmemoración del 326 Aniversario Luctuoso de Sor Juana Inés de la Cruz, un personaje insigne; amada, admirada y celosamente estudiada. “Sumamos nuestra voz al reconocimiento de una figura universal”.
Recordó que en homenaje póstumo, la Cámara de Diputados grabó el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz con Letras de Oro en el Muro de Honor. Además, destacó que el medallón que portaba Sor Juana es parte de la colección permanente que se expone en el Museo Legislativo, así como un libro de música que era su espacio inspiracional.
Yuriria García Núñez, de la Secretaría General de la Cámara de Diputados, dijo que Sor Juana Inés de la Cruz es atemporal y permanente, es un fénix que renace una y otra vez de sus cenizas y por eso sus obras siguen presentes en la sociedad y en la cultura.
Además de ser una de las escritoras más importantes del siglo, fue una de las fervientes defensoras de los derechos de las mujeres, como el de la igualdad y el de la educación. “Esa lucha de Sor Juana trasciende todas las épocas, su exigencia es nuestra”.
Enrique Esquivel Fernández, economista del IPN, comentó que son distintos los baluartes que distinguen a la sociedad mexicana y uno de los mayores es Sor Juana Inés de la Cruz. “Una de sus mayores aportaciones es la importancia de la educación y que radica en la transformación social del ser humano”.
La directora general del Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género (CELIG), Aurora de la Luz Aguilar Rodríguez, afirmó que México regaló al mundo la Décima Musa, no una divinidad, pero sí divina. Una mujer universal, real y extraordinaria que transciende en el tiempo e “inspira a todas y a todos hasta hoy en el siglo XXI, porque las musas tienen la cualidad de no morir”. Por ello, se honra su figura y su obra invita a imponer la perspectiva de género en todas las esferas de la vida, incluidos los derechos humanos de las mujeres.
Destacó que sus temas no se limitaron a tópicos considerados de mujeres, sino que abordó con maestría temas terrenales, sexuales, sociales y espirituales con un lenguaje magistral en su sabiduría. “Su genio fue capaz de ver con claridad el valor de las mujeres, de ahí su vigencia en el tiempo”. Libró batallas para ejercer sus derechos y seguimos hablando de lo mismo muchos siglos después. Hoy como ella continuamos trabajando para lograr que cada niña y mujer sea plena en educación e igualdad.
Conferencia Magistral
Sara Poot Herrera, doctora en literatura hispánica por El Colegio de México y profesora del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de California, en Santa Bárbara, impartió la conferencia magistral “¿Por qué Sor Juana Inés de la Cruz en la sociedad y en la cultura de estos tiempos?”.
Aseguró que a 326 años de su muerte, “su figura sigue presente, no es de nadie, es de todos. Nos quedamos con todo, su obra no tiene desperdicio”, por lo que llamó a conocerla y leer su legado literario, social, educativo e histórico.
Además de escritora y poeta, fue teórica, práctica, política, economista, contadora, teóloga, cronista, enciclopedista y autora de todos los géneros literarios de la época de textos sagrados y profanos. Hija y madre de sus libros, que luchó por el entendimiento y la libertad; habló de las víctimas de sus tiempos, enfermedad, hambre, mujeres, hombres sabios y de los necios también, señaló.
“Fue irónica y con sentido del humor, que probó las mágicas infusiones hechas por los indios herbolarios, concilió culturas y la identificaron como Fénix de México, por lo que borra fronteras y sigue presente en la cultura de nuestros tiempos, porque una poeta así es eterna”, destacó la experta.
Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillán, monja por voluntad y convicción, negándose al matrimonio, nació el 12 de noviembre de 1648, en el siglo XVII y murió el 17 abril de 1695, siendo la sexta víctima de una epidemia en el Convento de San Jerónimo.
Indicó que fue una mujer que se resistió a las condiciones restrictivas de su época, en una sociedad masculina y misógina que la atacó por su razón y pugnar por su libertad, pero que también la aclamó por su genio y sabiduría plasmada en villancicos, loas, sonetos y prosa que la convierten en un fénix.
La especialista amenizó su charla con la lectura de pasajes poéticos de Sor Juana, en ese peculiar estilo que sigue vigente y alegra el oído y espíritu de los escuchas. Relató el devenir de la vida en el Convento de San Jerónimo en medio de sus apreciados libros y las obras que creó, las cuales donó para ayudar a los pobres.
Se refirió a la musicalización de los villancicos, que se imprimieron en ediciones sueltas y después “Inundación castálida”, primer libro que se editó de su obra, publicado en Madrid en 1689. Las primeras obras son de carácter colectivo y en 1680, con el título “Neptuno alegórico”, le pagaron 200 pesos en oro, que realizó de forma horizontal pensando en un público que leía latín y en el que era analfabeta, plasmando la alta cultura y la popular e incluyó el náhuatl en sus escritos.