LA SALUD DE TODOS ES IMPORTANTE.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes
El pasado 9 de julio de 2021, el señor arzobispo de Xalapa, Mons. Hipólito
Reyes Larios dio a conocer su 3ra. circular de este año, donde exhorta a la
feligresía a seguir observando, en las parroquias, rectorías y capillas, las
medidas sanitarias en las celebraciones litúrgicas y actividades pastorales con el fin de cuidar la salud de todas las personas.
Esta circular se da a conocer, luego de que las autoridades sanitarias han
informado de un rebrote del COVID-19, con nuevas cepas identificadas en
diversas partes del mundo debido a la mutación que el virus ha tenido. El
arzobispo exhorta a “no bajar la guardia en la aplicación de las medidas
sanitarias con el fin de evitar los contagios y contribuir a detener la propagación del virus”.
Desde el mes de marzo de 2020, la Arquidiócesis de Xalapa tomó diversas
determinaciones para cuidar la salud física y espiritual de los feligreses. Se
suspendieron eventos masivos en lugares cerrados, como es el caso de los
retiros, encuentros de formación y momentos celebrativos de fiestas
patronales; el catecismo parroquial de los niños empezó a ofrecerse en forma virtual y para las personas vulnerables y aquellas que se confinaron en sus hogares empezaron también a ofrecerse las transmisiones de misas y
oraciones a través de las plataformas digitales.
Los hogares cristianos, aprovechando los recursos que ofrecen los medios de comunicación, se convirtieron en espacios de encuentro con la Palabra de Dios, favoreciendo momentos de formación y celebración de la fe en familia.
La asistencia a las celebraciones litúrgicas se han estado llevando a cabo con un aforo reducido, teniendo en cuenta las dimensiones de los templos. Incluso, donde ha sido posible, se han aprovechado las celebraciones al aire libre o en espacios abiertos.
Un gran acierto, ha sido el hecho de mantener los templos abiertos para que
las personas tuviesen un espacio sagrado a dónde acudir para su oración
personal y meditación. La Iglesia no puede cerrarle las puertas a todos los que llegan necesitados de una palabra de consuelo y de ayuda. Por eso también se han mantenido abiertas las Cáritas y las oficinas parroquiales para brindar ayuda a muchas personas sea con despensas, medicina, consejería e incluso con apoyo de otros bienes.
La crisis sanitaria nos ha llevado a tomar conciencia del cuidado integral de
nuestra salud. Pues además de la salud física, es necesario atender la
dimensión espiritual, afectiva y emocional.
El Arzobispo exhortó en su circular a reforzar todos los cuidados necesarios
“como la sanitización constante de los espacios y lugares, el uso correcto del
cubrebocas, el lavado de manos frecuente o uso de gel antibacterial, guardar la sana distancia, evitar aglomeraciones, ventilar los lugares donde se realicen las actividades, el uso de tapetes con líquido sanitizante a la entrada de los templos y salones, evitar el saludo de paz con la mano, recibir la comunión en la mano, trasladar el momento de la colecta al final de la Misa y todo aquello que contribuya a evitar los contagios”.
Sobre la administración del Sacramento de la Reconciliación, el arzobispo
recomienda recurrir a la celebración penitencial con absolución general y en casos muy necesarios, impartir el Sacramento de manera personal, en lugares amplios y bien ventilados, de manera que pueda guardarse la sana distancia entre el confesor y el penitente.
En el caso de la atención a los enfermos, es recomendable la asistencia
espiritual por medio de las videollamadas y aprovechar las gracias que la
iglesia ha ofrecido en este tiempo de pandemia como es el caso de la
indulgencia plenaria para los enfermos y aquellos que los cuidan.
El cuidado de nuestra salud es muy importante y debemos fortalecer además nuestra confianza en Dios que nunca nos abandona y camina cerca de todos nosotros para superar las adversidades que la vida nos presenta. Debemos poner en acción toda nuestra responsabilidad para cuidarnos y cuidar a los demás.