EL DRAMA. ESENCIALMENTE HUMANO
Por Akiles Boy *
Nadie sabe que viene después de la pandemia, pocos atinarán en su pronóstico del futuro cercano y lejano, porque no hay siquiera certeza del tiempo que estará el virus entre nosotros. Mientras tanto, el drama del confinamiento continuará y los terrícolas seguiremos afectados por el síndrome de “Los Panchos”, aprisionados por “la ansiedad, angustia y desesperación”. No hay forma consciente de salvarse, excepto que salgamos corriendo a la calle, empuñando la bandera de la ignorancia y la estupidez.
Por cierto, el término drama tiene origen latino y se refiere a la “obra de teatro o película que incluye una mayoría de situaciones que son tensas o conflictivas”, rescaté esa idea por sobria y efectiva. Ahora, quiero comentarles que en esta temporada de ocio y una extensa miscelánea de actividades que a ustedes se les ocurra, unas horas pienso, que la pasamos frente a monitores y pantallas, viendo películas y series que se están transmitiendo a través de las plataformas o por televisión abierta.
Sesenta días de reclusión forzada, han sido suficientes para recorrer y observar la oferta mundial, de filmes y series del género que se prefiera, terror, acción, suspenso, dramas y otros. No soy de los asiduos a las estadísticas de medición de rating, pero tengo la impresión de que los dramas son los de mayor audiencia, superando a las historias de acción, saturadas de escenas sangrientas y de violencia brutal.
Se habrán dado cuenta de la amplia variedad de dramas que están disponibles en el mercado del entretenimiento, mexicanos, turcos, españoles, norteamericanos, canadienses, ingleses y bastantes más, que vistos desde mi sentido de la apreciación, todos tienen como esencia o fondo, la sensibilidad humana. Al final, estimados lectores, recaemos en la cuenta de que el ser humano ha evolucionado, ha progresado, se ha transformado y cambiado al planeta, pero conserva pureza y sentimientos, que son innatos y brotan en cualquier tiempo, exactamente como las epidemias.
En esos dramas, como en los de la vida real, afloran el amor, el desamor, la bondad, la maldad, la envidia, la solidaridad, la injusticia y la justicia, entre otros defectos, virtudes y valores humanos. Nada nuevo bajo el sol, lo diferente es la historia y como la cuentan, además del presupuesto para la producción. Pero en el mundo se ha dejado claro, que en México tenemos grandes escritores, productores, directores, actores, fotógrafos, diseñadores y creativos de primera línea, algunos de ellos trabajando en el extranjero por falta de oportunidades en este País. Dicen que el mundo no será igual después del covid 19, que cuando ya no haya rastros de la epidemia, la humanidad habrá cambiado. Será una utopía o la esperanza del clásico optimista.
De cualquier manera, en el escenario más crítico, el ser humano habrá recibido una buena lección, una sacudida que obliga a revisar nuestras relaciones y formas de vida. Sin duda, también a redefinir las prioridades individuales y colectivas. A reaccionar y ocuparnos de promover la empatía y la solidaridad, más allá del ánimo competitivo de algunas sociedades. Y a defender y conservar los valores humanos, ante la vorágine y el impacto causado por los medios digitales. Las artes y la cultura, serán las grandes apuestas en las épocas por venir. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.