El velo de Bola 8
Salvador Muñoz
El asesinato de María Guadalupe Martínez Aguilar, rectora de la Universidad Valladolid, sacudió a la sociedad xalapeña. Es sin duda, otro hecho que lacera nuestro tejido social. Uno, se lamenta, se consterna, lo considera inconcebible y el clamor de justicia se mantiene… hasta que la “nueva anormalidad” vuelva a abofetearnos con otra mujer, con otro niño, con otro amigo, otro ser que se vuelve cuenta de un rosario de lamentos para llorar a nuestros muertos…
Es terrible tener que usar “Otro niño” u “Otra mujer” porque parece un infierno de nunca acabar… como terrible que para las autoridades de diversos ramos, nuestro “Otros” pasen a ser un frío número, una fría estadística y en el peor de los casos, a su suceso buscan acomodo para darle otro nombre: de feminicidio a homicidio, como si eso cambiara el dolor de quienes perdieron a un familiar aunque sí cambie el prisma de un número, de una estadística.
Hasta cierto grado, uno sabe, entiende, comprende, que en estos momentos, nuestra sociedad pasa por una crisis de inseguridad increíble, y hay quienes tenemos en claro que basta un loco que piense en nosotros como la oportunidad de hacer dinero y quitarnos la vida… se insiste: la crisis de inseguridad que vive Veracruz uno la sabe, puede entenderla y comprenderla… pero no aceptarla.
Se sabe, entiende, comprende, porque junto con la inseguridad, hay incertidumbre social, no nueva, pero al menos sí “in crescendo” porque todos somos potenciales víctimas… la gente común como usted o como yo, un diputado, una rectora, un cañero, un niño… ¡todos!
Por eso, no podemos aceptar que la inseguridad haya asentado sus reales como lo aceptan incluso nuestras propias autoridades con un velo ¿de soberbia?, ¿arrogancia?, ¿ignorancia?, ¿insensibilidad?…
El pasado lunes, un poco después de las nueve de la mañana, la noticia que nos sacudía era el asesinato de Martínez Aguilar al interior de su domicilio, contiguo a las instalaciones de la Universidad de la que era rectora… amigos, conocidos, compañeros, daban cuenta del evento por las redes sociales, por los grupos de Whatsapp… incluso, por la noche, sus ex compañeras de infancia, de escuela, de cualquier latitud, seguían sin creerlo…
Sin embargo, para el representante del Gobierno, para el encargado del orden político-social de nuestro estado, para Don Eric Cisneros, con sus palabras, nos decía que él vive en otro Veracruz, en otra realidad, en un mundo bizarro, alterno… cerca del mediodía del lunes, subía a sus redes sociales lo siguiente:
“Con el apoyo de nuestras fuerzas armadas, el Gobierno de Veracruz que encabeza Cuitláhuac García Jiménez está disminuyendo los índices delictivos en las regiones de la entidad. Por eso, como cada mañana, este lunes sesionamos en la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, donde las fiscalías General de la República y del Estado, así como instituciones federales y estatales informamos las acciones que emprendemos para mantener la paz y tranquilidad. Seguimos sumando esfuerzos para lograr el estado de bienestar que todos anhelamos.”
Uno trata de entender su discurso triunfalista, optimista, positivo pero que a la vez, choca con la realidad de este lado, del de los veracruzanos y veracruzanas que de un modo u otro, son víctimas de la crisis de inseguridad que sufre la entidad… la verdad cuesta entenderlo… por eso creemos que debe haber un velo en el secretario de Gobierno que le impide ver lo que sufre todos los días nuestro Veracruz… ¿un velo de soberbia?, ¿arrogancia?, ¿ignorancia?, ¿insensibilidad? ¿En qué mundo vive Bola 8?