De Fachadas Floridas

Nora Guerrero

Nuestro Ambiente para vivir…

El medio ambiente se conforma por elementos naturales -donde no interviene la acción humana- y no naturales -o artificiales- aquellos construidos o modificados por la acción o intervención humana-. Entre los elementos fundamentales y naturales que requieren los seres vivos están el suelo, el aire y el agua, los cuales pueden ser intervenidos y modificados por la mano humana. Cuando es así, pasa a ser un medio ambiente construido.

                  La biodiversidad de especies también se debe al medio ambiente que incluye tanto elementos naturales como artificiales que se relacionan entre sí y donde pueden intervenir factores del comportamiento humano y sociales. La calidad de vida, es el bienestar propio, el concepto que cada persona tiene en virtud de su cultura, sus valores, su bienestar físico y mental, social, material, su desarrollo emocional, ecológico y hasta sus metas de vida.

                  En este momento, está muy deteriorada la calidad ambiental de las sociedades las cuales, entre más desarrolladas para lograr satisfactores económicos y materiales, o tras un desarrollo tecnológico y científico o por un pasajero bienestar, ha sobre-explotado los recursos naturales y no ha reparado en la destrucción del medio ambiente. Y lo peor: la destrucción ambiental, trae consigo la destrucción de la calidad de las mismísimas sociedades.

                  En otras palabras, la calidad ambiental determina la auténtica calidad de vida. Y en medio de un macro escenario, ¿qué es lo que podemos hacer para contrarrestar los abusos de gobiernos, industria, comercio? ¿De taladores de árboles y de amplios territorios a los que se cambia el uso de suelo para fines industriales, comerciales o cualquier otro uso depredador del ambiente?

                  ¿Y cuáles son los daños más severos que provoca un medio ambiente deteriorado, viciado, tóxico, ‘estresante’? Uno de ellos, tal vez el más importante, es el daño a la salud. Vea usted si no: El aire que respiramos, el agua que ingerimos, los alimentos, los hábitos, todos ellos determinan nuestro bienestar: factor determinante en la calidad de vida que tenemos.

                  Es una verdad incuestionable que la salud y el tipo de ambiente en que se desarrolla nuestro diario vivir, juegan un papel fundamental para un bienestar que defiende y protege el medio ambiente. Se trata de fomentar acciones sencillas y sanas costumbres. Y tan sencillas como no dejar correr el agua que no utilizamos, separar la basura en inorgánica y orgánica y hacer con ella, en casa, composta para las plantas del propio hogar, o de la escuela o del parque y arriates públicos. Otra acción: no tirar desechos en la calle, de ningún tipo; no dejar agua correr si no la está utilizando o captando en un recipiente.

                  Otra acción obligada es que, si posee un vehículo, realice puntualmente la afinación del motor, para no contaminar el aire. Y hagamos la lista -usted y yo- de todo aquello con que podamos colaborar: Comienzo: 1) No consumir productos cuyos productores y comercializadores contaminen. Pues, por inconsciencia o indiferencia, nos están echando a perder la vida, la de los demás seres vivos y ¡la del planeta! Ahora usted sigue…

xalapaflorida@hotmail.com

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