El diagrama partidista de México
Alfredo Bielma V.
Redes Sociales Progresistas es el nombre de la organización política que aspira convertirse en Partido, tiene inspiración elbista y encuentra su principal almacigo de militantes en el seno de SNTE entre quienes aún creen y siguen los dictados del grupo de Elba Esther Gordillo, su principal promotora y guía. El coordinador regional para Puebla y Veracruz, Mario Alberto Rincón González, presentó su proyecto en Otero Ciudadano, que lidera Leonor de la Miyar, abierto y sin tapujo alguno expresó que se la jugaron con AMLO en el proceso electoral pasado y dejó establecido que coinciden con el proyecto del gobierno federal. Aseguró que de las 80 organizaciones registradas con el propósito de metamorfosearse en Partido la suya seguramente lo alcanzará, pues a la fecha llevan un avance considerable en cumplimiento de los requisitos del INE. Y no se duda, pues no parten de cero ya que cuentan con la estructura de lo que fue el Partido Nueva Alianza, y por supuesto, con el recurso económico suficiente como catapulta para alcanzar el propósito de reeditarse como Partido Político.
Por el resultado electoral de 2018, el Partido Nueva Alianza (PNAL), y el Partido Encuentro Social (PES) perdieron su registro, aunque parece que no por mucho tiempo pues encuentran oportunidad para regenerarse, proceso en el cual se encuentran para reaparecer con nombres diferentes. En 2018 eran nueve los partidos con registro, permanecen siete actualmente, pero para el próximo año pudieran agregarse, a los dos ya mencionados, el de Margarita Zavala, para sumar diez. Desde ahora, la profecía política dictamina que los dos reeditados se acomodarán junto a Morena, para integrar una agrupación consolidada de cinco partidos aliados al gobierno de López Obrador: Morena, Pt, Verde Ecologista y las reediciones del Panal y del PES. Es diferente panorama el que se contempla en la oposición, porque si el PAN, el PRI, MC y el PRD deciden dividir sus fuerzas y participar cada cual por su lado ya podemos anticipar a que bando favorecerá la victoria.
Alejandro Moreno es el nuevo dirigente del PRI pues derrotó ampliamente a su contrincante, Ivonne Ortega, quien por cierto ha decidido abandonar las filas priistas, apenas dos días de haber anunciado que impugnaría la elección de Alito. Lamentable la baja de doña Ivonne, aunque por su perfil sin liderazgo, aún en las pesarosas condiciones en que se encuentra el PRI no le impacta severamente. Pero está en el aire- y en esencia es lo más importante- confirmar la supuesta inclinación de Alejandro Moreno a pactar con el gobierno de AMLO, si así aconteciera el destino del otrora partido hegemónico conlleva un pronóstico nada halagüeño. Porque, para que el PRI retorne en grande al escenario de sus grandes éxitos políticos sus circunstancias lo apremian a desempeñar un papel de genuina oposición, de exigir el cumplimiento de lo ofrecido por el candidato que los derrotó, no hacerlo y adoptar una actitud contemplativa y de complacencia lo encaminarán hacia un final de oprobio, más aún si lo convierten en partido satélite de Morena.
El PAN aún no se repone del todo del duro trauma electoral, sin embargo, da señales de vida y reacciona ante los estímulos del exterior respecto de su militancia, por tal motivo se muestra atento a lo que ocurre en Veracruz, la entidad con el cuarto padrón más numeroso. No es fortuito que viniera del centro el eventual sustituto de Jesús Mancha en la directiva estatal para estar atento al proceso electivo de su dirigencia estatal, el PAN otea en el horizonte una embestida contra uno de sus cuadros más prominentes de Veracruz, debe por lo mismo tomar las debidas precauciones para no quedar en medio de ese conflicto.
Tampoco es casual la reunión panista en Boca del Rio, donde el excandidato panista al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez, concentró una multitud de partidarios en respaldo a Jesús Mancha para que sea reelegido en la dirigencia estatal del PAN. En ese cuenco correligionario, Yunes Márquez acusó al adversario de Mancha, Joaquín Guzmán Avilés, de entreguista, de “arrodillado” ante el partido oficial, “no vamos a permitirlo, vamos por el PAN bueno que le va a romper la madre a MORENA”. Ya veremos cómo sale el PAN de este enfrentamiento electoral interno, porque los vaticinios señalan que habrá fuerte pugna por alcanzar el control del PAN en el estado. La elección federal del 2021 está a la vuelta de la esquina, bueno es prepararse.
¿Habrá alianza entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano en 2021? La lógica política señala que así debía ser porque está en juego su subsistencia como partidos competitivos ante la arrolladora fuerza de Morena y sus satélites. En ese entorno el PRI jugará un papel trascendente, pues en el senado se votará la propuesta de López Obrador sobre la revocación del mandato, si la bancada priista divide su voto tendremos a AMLO en la boleta electoral de 2021, un signo manifiesto que conlleva el inherente presagio de refrendar el control absoluto del Congreso Federal para Morena, de allí al 2024 el paso será casi en automático y se consolidará en el país una nueva era, la de los conflictos políticos y económicos.
Este hipotético escenario incita a la imaginación, e invita a evocar el imaginado momento de la muerte de un dinosaurio, donde lo recomendable sería permanecer lo más alejado posible para evitar el riesgo de un fatal coletazo.